Basílica de San Francisco de Asís

Con más de 80 iglesias y capillas, Palermo lleva con orgullo su título de ciudad religiosa. Es verdad que muchas pueden parecerse, pero algunas destacan de verdad, como la basílica de San Francisco de Asís, construida en el siglo XIII en el histórico barrio de la Kalsa. Su exterior sorprende: aquí no hay barroco, sino un elegante gótico siciliano que muchos consideran de lo mejor de la ciudad.

¡Ya lo juzgarás tú mismo! Además, no está en la ruta más turística, así que tendrás que desviarte un poco… pero créenos, vale mucho la pena. Lo primero que atrae las miradas es su gran rosetón en la fachada, que resalta de maravilla sobre el conjunto gótico. Y a pesar de varias reformas entre los siglos XVI y XIX, todavía se conservan perfectamente los arcos ojivales, las columnas esbeltas, los portales tallados y otros detalles preciosos.

Dentro también encontrarás obras de estuco de Giacomo Serpotta, uno de los grandes escultores que hizo brillar el barroco en Sicilia. La iglesia sufrió daños en un terremoto del siglo XIX, pero hoy puedes visitarla gratis. Lo mejor es venir por la mañana, cuando reina una calma especial.

La basílica de San Francisco de Asís es, sin duda, un lugar perfecto para sumergirse en el pasado de Palermo y disfrutar de un patrimonio artístico único.