Flama del Centenario

La Llama del Centenario es un verdadero símbolo para Canadá: este monumento representa la unidad del país mediante una llama que arde sobre una fuente. Fue encendida por primera vez el 31 de diciembre de 1966 por el entonces Primer Ministro, Lester Pearson, como parte de las celebraciones del centenario de Canadá. En un principio iba a instalarse aquí temporalmente, pero la población local apreciaba tanto el monumento y el símbolo que representa, asi que se decidió dejarlo allí. Además de la llama, el monumento presenta los escudos de cada una de las provincias y territorios que se unieron a la Confederación Canadiense, la entidad que unificó Canadá. Debajo de cada escudo, encontrarás las fechas en que estos territorios se unieron a lo que entonces se conocía como el Dominio de Canadá. No dudes en tomarte un momento para contemplar detenidamente este monumento, lleno de significado para los canadienses. Incluso puedes participar en la tradición arrojando monedas a la fuente. Desde que se aprobó una ley en 1991, estas monedas son recogidas por el Interventor de la Cámara de los Comunes y donadas para financiar la investigación de los canadienses con discapacidad, destacando sus logros. Esta llama arde todo el año, a todas horas, a excepción de ciertos periodos en los que se realiza el mantenimiento del monumento. Y el agua de la fuente, asombrosamente, nunca se congela, gracias a su movimiento perpetuo, ¡a pesar del intenso frío que invade la ciudad en invierno!