Castillo Laurier

Hablemos ahora un poco del coloso que se alza ante ti. Es el Château Laurier, un hotel de 4 estrellas que se inauguró en 1912, tras 3 años de construcción. Charles Melville Hays, presidente del Grand Trunk Railway, encargó en 1907 lo que iba a ser el primer hotel de Ottawa. El arquitecto Bradford Gilbert empezó a trabajar en el Château Laurier 2 años después, cerca de Parliament Hill. Pero el proyecto no era tan fácil: el hotel debía construirse en parte del parque Major’s Hill, lo que no gustó a todo el mundo. El Primer Ministro de la época, Wilfrid Laurier, ayudó a conseguir los terrenos necesarios. Por eso el hotel lleva su nombre. Luego el arquitecto fue despedido tras importantes desacuerdos con el cliente. Por lo tanto, hubo que buscar otro arquitecto. La firma Ross y Macfarlane se hizo cargo, y dio al edificio el estilo Château que tiene hoy, un estilo inspirado en el Renacimiento francés. Pero la cosa no quedó ahí: el hotel se inauguraría en abril de 1912. Su mecenas, Charles Melville Hays, tuvo que viajar a Canadá para asistir, así que pidió prestado un barco para cruzar el Atlántico, que no era otro que… el Titanic. Nunca llegó a puerto. Por ello, la ceremonia de inauguración se trasladó a junio, en un ambiente mucho menos alegre de lo esperado, y en presencia de Wilfrid Laurier. A partir de entonces, el hotel acogió a personalidades de todo el mundo, jefes de estado, famosos y políticos, convirtiéndose en la residencia más lujosa de Ottawa. Se le llegó a apodar «la tercera cámara del Parlamento». En los años 60 y 70, Ottawa estaba creciendo y se construyeron muchos hoteles en el centro de la ciudad, compitiendo con él. En los años 80 se renovó el Château Laurier para devolverle su prestigio y mantenerlo entre los hoteles más lujosos de la ciudad. Aún hoy atrae a visitantes de todo el mundo a sus muros, ¡que ya tienen más de 110 años!