Plaza del Martroi

Así que, vamos a entrar en ambiente de inmediato. Como sabrás Juana de Arco salvó a la ciudad de Orleans del asedio de los ingleses durante la Guerra de los Cien Años y permitió que Carlos VII fuera coronado legítimo rey de Francia.

Así que ya puedes imaginarte que la ciudad tiene una deuda de gratitud con ella, porque gracias a ella los franceses no hablan inglés hoy en día.

Así que vamos a rendirle el homenaje que se merece, por toda la ciudad. Empezando por esta hermosa estatua ecuestre que domina la Plaza del Martroi, la cual es histórica. Lugar de grandes concentraciones, fue donde se instaló la guillotina durante la Revolución y donde tuvieron lugar las ejecuciones.

Pero, sobre todo, es la puerta de entrada a las nuevas murallas construidas para proteger la ciudad de los ingleses durante la Guerra de los Cien Años. De hecho, aún se pueden ver los cimientos originales de la puerta Bannier del siglo XIV desde el estacionamiento subterráneo de la plaza. Para acceder a la cripta arqueológica, hay que reservar en la Oficina de Turismo.

Pero volvamos a nuestra estatua. Esta escultura de bronce de 4,40 m fue diseñada por Denis Foyatier para sustituir a una anterior de 1804 que, de pie con su estandarte, carecía de espíritu.

Por ello, la ciudad organizó loterías y recaudó 60.000 francos para erigir esta nueva estatua de la Doncella de Orleans, donde la vemos dando gracias a Dios por su victoria, con espada en tierra y sobre su caballo.

Inaugurada en 1855, la leyenda cuenta que fue moldeada con cañones ingleses recuperados del Ministerio de Defensa. Es todo un símbolo.