Catedral de Sainte-Croix

Ahora que ya la has visto desde todos los ángulos, vamos a detenernos un momento para hablar de la hermosa catedral Sainte-Croix.

En primer lugar, debes saber que en el siglo IV, en los inicios del cristianismo en Orleans, hubo un primer edificio religioso que se mantendría en pie hasta el siglo X. Se dice que esta iglesia albergaba un trozo de la cruz de Cristo, razón por la que aún hoy se llama Sainte-Croix o Santa cruz.

Destruida en 989 como el resto de la ciudad en un gran incendio, se decidió reconstruir una catedral románica que resistiría dos siglos antes de derrumbarse en 1277.

Esta vez, pues, la catedral se reconstruyó en el nuevo estilo gótico, en auge en toda Europa. Se inspiraro en la catedral de Amiens, que es realmente linda, y se pusieron a trabajar en un proyecto titánico.

La construcción duró mucho tiempo , y se vio perturbada por algunos problemas relacionados con la primera mitad del siglo XV, como la Guerra de los Cien Años, la peste negra y el sitio de Orleans, pero el proyecto se mantuvo firme y la catedral se terminó en la segunda mitad del siglo XVI. Pero los problemas continuaron. Llegaron las Guerras de Religión. La catedral fue saqueada y luego, cuando la ciudad cayó en manos protestantes en 1567, un pequeño grupo de hugonotes, decepcionados al ver que su líder pactaba con los católicos, consiguieron volar los cuatro pilares del crucero del transepto, lo que derribó gran parte de la catedral, ¡incluida la aguja central! ¡Y pensar que apenas llevaba 30 años terminada!

Tras el Edicto de Nantes de 1598, Francia estaba por fin en paz y Enrique IV, que había cambiado muchas veces de religión, decidió apoyar económicamente los grandes proyectos de reconstrucción. En 1601, Enrique IV y María de Médicis colocaron la primera piedra, que aún hoy puede verse. Si mantienes los ojos bien abiertos, verás varios detalles incorporados a la decoración en agradecimiento a la monarquía, como la corona, la mano de la justicia y el cetro del tímpano.

Tras la Guerra de los Cien Años y las Guerras de Religión, llegó el turno de la Revolución, y la catedral no se inauguró oficialmente hasta 1829, específicamente el 8 de mayo, para celebrar el 400 aniversario del levantamiento del asedio de Orleans. Así que tuvieron que pasar 6 siglos y muchos contratiempos para que hoy puedas ver una de las 5 catedrales góticas más grandes de Francia.

Pero esta catedral también es única en el sentido de que es la única de Francia, y quizás del mundo, que no ha sido consagrada por el clero. Normalmente, para convertir un lugar normal en iglesia, primero hay que sacralizarlo con una ceremonia llamada “Dedicación”.

En el caso de Orleans, cuenta la leyenda que el obispo San Euverte tuvo la visión de una mano que salía de una nube para bendecir la catedral en plena ceremonia.

Así que suspendió por completo la bendición, ya que no podía bendecir con sus propias manos un lugar que acababa de ser bendecido por Dios mismo. Como resultado, la catedral nunca fue consagrada.

Si te fijas en la clave de bóveda del chevet, verás una mano pintada que emerge de una nube en el punto más alto de la catedral para recordarnos esta historia.