Museo de Arte e Historia

Una ciudad con un patrimonio histórico tan rico como Orange está obligada a tener un buen Museo de Arte e Historia. Está aquí mismo, al otro lado de la calle, en esta mansión del siglo XVI construida para Georges Van Cuyl. Sí, el nombre no suena demasiado local. El propietario de la mansión era holandés y estaba a cargo del armamento del castillo. Existe un estrecho vínculo entre Holanda y Orange. Cuando Filiberto de Chalôns, el último príncipe de Orange, murió sin dejar descendencia, todas sus posesiones revirtieron a su primo de la rama holandesa de los condes de Nassau. Guillermo I de Orange-Nassau recibió su nombre como nuevo señor y se convirtió en una figura histórica de los Países Bajos. Su papel como líder de la gran revuelta contra el rey de España condujo a la independencia de su país y de Bélgica, ambos bajo el dominio de los Países Bajos españoles gobernados por la poderosa Casa de Habsburgo. Orange tiene, por tanto, un fuerte vínculo familiar con el considerado padre fundador de la nación holandesa. Aún hoy, el título de Príncipe de Orange continúa en la familia real holandesa, y la Reina Juliana de los Paises Bajos, que visitó Orange en 1952, incluso plantó un roble en la colina de Saint-Eutrope en homenaje a sus antepasados. Pero volvamos al museo. Si quieres visitarlo, la entrada está incluida en el billete para el teatro antiguo. Aquí descubrirás el precioso «Cadastro de Orange», un sistema de registro de tierras que data del siglo I en el Imperio Romano, utilizado para la administración y gestión de las propiedades de Roma en las provincias. El museo también cuenta con interesantes colecciones que recorren la historia de la ciudad a lo largo de los siglos, por lo que aprenderás todo sobre el territorio de Orange y los príncipes protestantes, así como descubrirás el mundo de los artistas más contemporáneos. Un museo ineludible para los amantes de la historia.