Hotel Chelsea

El Hotel Chelsea, situado en el corazón del distrito del mismo nombre, tiene una extraordinaria historia que comenzó en 1883, cuando abrió sus puertas en el antiguo distrito teatral de Chelsea. Su estilo victoriano y gótico lo convirtieron en un edificio emblemático de la época, pero quebró pocos años después de su apertura. Hasta 1905 no volvió a recibir huéspedes, la mayoría intelectuales, músicos, actores y escritores que se alojaban durante largas temporadas, a veces gratuitamente o a cambio de alguna de sus obras. Se convirtió en un auténtico centro de la vida artística de Nueva York. Rápidamente se labró una reputación en toda la ciudad, y fue el hogar de algunos de los más grandes artistas, como Patti Smith, Leonard Cohen, Jane Fonda y Bob Dylan. En 1978, se convirtió en el escenario de un crimen que daría la vuelta al mundo. La novia del famoso vocalista de los Sex Pistols fue hallada muerta en su habitación del Hotel Chelsea. Fue un caso que nunca se resolvería, a pesar de los numerosos sospechosos, entre ellos su compañero Sid Vicious, que murió de una sobredosis de heroína antes de comparecer ante el tribunal, y que reforzó la reputación de este legendario hotel, que seguiría siendo frecuentado por famosos. A medida que el edificio, de 200 años de antigüedad, se iba deteriorando, se emprendieron reformas en la década de 2010, que obligaron a algunos de los inquilinos a marcharse, entre ellos Jim Georgiou, que se encontró sin hogar al no poder permitirse un nuevo alojamiento en Nueva York. Como vivía frente al Hotel Chelsea, vio algunas de las obras que se estaban llevando a cabo allí, y en particular a los obreros que se disponían a tirar las viejas puertas de las habitaciones donde habían dormido algunas de las mayores estrellas. Con la ayuda de algunos amigos, decidió rescatarlas y organizar una subasta. En esta subasta se vendieron 55 puertas, incluyendo las de Jimi Hendrix, Bob Marley, Jim Morrison y Bob Dylan, alcanzando un valor de más de 100.000 dólares. Esto demuestra el valor sentimental que este hotel tiene en el corazón de los estadounidenses. Está inscrito en el Registro Nacional de Lugares Históricos desde 1977. Pero las reformas iniciadas en 2011 también provocaron el descontento de los inquilinos que aún permanecían en su interior, muchos de los cuales presentaron quejas contra el hotel, alegando que las obras suponían un riesgo para la salud. A pesar de ello, las reformas han continuado y el Hotel Chelsea vuelve a estar abierto a los huéspedes desde 2019.