Catedral de Nuestra Señora y San Castor de Nimes

Nos hallamos ante la catedral de Nimes, conocida como Nuestra Señora y San Castor. La primera versión del edificio se construyó en el siglo XI y fue consagrada por el Papa Urbano II en 1096. En aquel entonces se llamaba Santa María. Se cree que no fue el primer edificio religioso que se construyó aquí, ya que, según ciertos descubrimientos, ya hubo aquí un templo romano desde hacía varios siglos. La catedral de Santa María fue dañada dos veces durante las guerras de religión, primero en 1567 y luego en 1621. Se reconstruyó en un estilo clásico y recibió el nombre de Nuestra Señora. Durante la Revolución Francesa, pasó a llamarse San Castor, en referencia a Castor de Apto, un obispo del siglo cinco. En 1822, la puerta original fue demolida para dar paso a la actual puerta neoclásica de frontón triangular. A finales del siglo XIX, el arquitecto Henri Antoine Révoil rediseñó el interior, dándole un hermoso estilo románico-bizantino. No dudes en entrar y descubrirlo por ti mismo. Como puedes comprobar, después de tantas reformas, la catedral presenta varios estilos arquitectónicos. Aún conserva algunos elementos románicos, una torre norte gótica, una fachada clásica y, en el interior, una capilla barroca. El friso medieval que puede verse en la fachada procede de la primera catedral y es una de las principales obras de escultura románica de la región. En el interior, se halla un sarcófago paleocristiano, las tumbas del cardenal de Bernis y de monseñor Cohon, obispo de Nimes, así como pinturas de artistas locales y un órgano del siglo XVII. Se trata de tesoros que no puedes perderte.