Puerto Lympia

No hay nada más ideal que un paseo por el viejo puerto de Niza. Construido en el siglo XVIII, a los pies de la antigua ciudadela, el puerto Lympia es, junto con el de Cannes el más antiguo de la Costa Azul. En aquella época, Nice pertenecía al reino de Piemonte Cerdeña gobernado por la Casa de Saboya y cuya capital era Turín. El rey de Cerdeña, Carlos Manuel III, quería abrir una salida al mar en la ciudad, y eligió la zona de marismas de Lympia. Convertir esta área pantanosa en un puerto no fue tarea fácil y por ello el enorme proyecto tomó 150 años para completarse. Se construyó un puerto artificial compuesto por dos dársenas y un arsenal, así como el muelle en el que te encuentras y toda el área circundante. La primera dársena se terminó muy rápido y los barcos comenzaron a llegar al puerto de Lympia en 1751. Cuando Niza pasó a formar parte de Francia, las obras se aceleraron y el puerto se convirtió en un importante centro de tránsito de mercancías, brindando a la ciudad de un nuevo alcance económico. También se introdujo el transporte de pasajeros, lo que fue un gran éxito. Incluso hoy en día, siendo Niza la parte de Francia más cercana a Córcega, el puerto de Lympia ofrece conexiones diarias con la isla de la belleza. Aprovecha para dmirar las vistas a tu alrededor. El puerto está rodeado de hermosos edificios barrocos italianos y alberga numerosos yates, embarcaciones recreativas y cruceros. Con sus fachadas ocres, sus barcos blancos, su mar azul y sus verdes colinas, el puerto es digno de cuadro.