Una vez que el centro histórico no tenga secretos para ti, ¿por qué no continuar un poco más tu exploración de Niza? ¡Aquí tienes algunas recomendaciones que no te puedes perder en los alrededores!
Si eres amante del arte, sabrás que la región ha inspirado a muchos artistas. Una de las grandes visitas obligadas de la región es el Museo Matisse de Niza. Ubicado en una magnífica casa genovesa del siglo XVII, descubrirás la colección personal del artista, que estuvo fascinado toda su vida por la luz de Niza. Otro gran atractivo de la ciudad es el Museo Chagall, situado en el corazón de un exuberante entorno natural. Es un auténtico viaje al
encantador mundo de este pintor, a través de 800 de sus obras, la mayor colección del mundo dedicada a este artista. Asimismo puedes visitar Antibes, situada a 28 km de Niza, para descubrir el Château Grimaldi, con vistas al mar, que hoy alberga el interesantísimo Museo Picasso. En Cagnes-sur-Mer, puedes visitar el museo Auguste Renoir, ubicado también en una espléndida residencia donde el pintor vivió los últimos 12 años de su vida. Rodeado de cítricos y olivos, descubrirás las obras originales de Renoir, así como su estudio y mobiliario.
La senda costera
Niza se vive en el mar. No dudes en seguir descubriendo la costa. El sendero del litoral, por ejemplo, es una excelente manera de continuar explorando. Mientras te diriges desde el puerto viejo hasta el barrio del Lazaret verás unas pequeñas pintorescas escalinatas que te ofrecerán cielos azules hasta donde alcanza la vista.
El observatorio de la Costa Azul
Si quieres disfrutar de una vista panorámica de Niza, sube al Observatorio de la Costa Azul. Este observatorio astronómico se encuentra en la cima del Monte Gros, a 375 metros sobre el nivel del mar. Fue construido en el siglo XIX por Charles Garnier y su cúpula fue diseñada por Gustave Eiffel. Se ofrecen varias visitas guiadas para aprender más sobre astronomía y las distintas herramientas de observación.
Otras zonas más al interior
No dudes en explorar los pueblos alrededor de Niza situados más al interior, un poco más en la montaña. Estas antiguas ciudades fortificadas, construidas en torno a un castillo en lo alto de un acantilado rocoso, son hoy joyas medievales llenas de encanto. Uno de los pueblecitos más populares, con vistas a la península de Saint-Jean-Cap-Ferrat, es Eze. En esta escapada te encontrarás en pintorescas callejuelas, un increíble jardín tropical y tendrás unas vistas impresionantes. También puedes visitar el pueblo de Peillo a sólo 25 minutos de Niza, situado a 376 metros de altitud. Aquí verás la Iglesia de la Transfiguración, construida sobre el antiguo torreón del castillo, y podrás visitar antiguos molinos de aceite y harina muy bien conservados. A sólo 40 minutos de Niza y a 650 metros de altitud, se encuentra uno de los pueblos más bellos de Francia: Coaraze. Apodado el pueblo de los relojes de sol, aquí encontraráss numerosos talleres de artistas dedicados a la marroquinería, el estaño y el grabado.
El tren de las maravillas
Si deseas explorar los alrededores hasta el Parque del Mercantour, hay una forma espectacular de hacerlo, y es tomando el famoso tren de las maravillas, que circula entre Niza y Tende. El tren parte desde el nivel del mar y asciende a más de 1.000 metros de altitud, atravesando el valle bien cerca de las montañas. A determinadas horas, los guías comentan los puntos de interés a los que te acercas. Si no tienes tiempo para ir demasiado lejos, una parada en Sospel merecerá la pena. Este pueblo, que antiguamente fue una importante etapa en la ruta de la sal que unía Niza con Turín, te permitirá descubrir un poco de Italia. Podrás ver uno de los últimos puentes fortificados de Europa y su hermosa catedral barroca: Saint-Michel, que alberga el retablo de la Virgen Inmaculada.
Cueva del Lazareto
Quizás no vendría mal dar un paso atrás en el tiempo y aventurarse en la cueva prehistórica de Lazaret, al pie del Monte Boro. La entrada es gratuita y podrás descubrir las grandes etapas de la evolución humana, la vida en la cueva, el entorno y la biodiversidad.
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