Vía Domitia

En el centro de la plaza, justo delante del palacio de los arzobispos, se encuentra un valioso vestigio de la época galo-romana. Te encuentras ante un trozo de la Vía Domitia, una calzada romana construida a partir del año 118 a.C. Permitía unir Italia con la península Ibérica, especialmente para facilitar la circulación de guarniciones y mercancías. Partiendo de Italia, cruza los Alpes pasando por el collado de Montgenèvre, luego pasa por el valle de la Durance, el Luberon y la costa del golfo de León. En su camino, se encontraban las principales ciudades romanas, como Beaucaire, Nîmes, Béziers y, por supuesto, Narbona, la primera ciudad fundada por los romanos en la Galia. La Vía Domitia es, por lo tanto, la calzada romana más antigua trazada en la Galia y ¡tienes un pequeño vistazo delante de ti! Descubierta en 1997, esta parte se conserva minuciosamente para guardar un verdadero testimonio de esta vía que participó enormemente en el desarrollo de la economía local, ya que permitía el intercambio entre las diferentes ciudades. No dudes en bajar y caminar sobre estas piedras que tienen más de 2.000 años de existencia para hacer un verdadero salto al pasado. Debes saber que la plaza del Ayuntamiento corresponde a lo que era antiguamente el foro de la ciudad. En tiempos de los romanos, el foro era la plaza principal de la ciudad, a menudo muy grande, donde los habitantes se reunían para discutir, para comerciar y para celebrar. También era en estas plazas donde tenían lugar los debates políticos y donde se impartía justicia. Y muy a menudo se encontraban templos y otros lugares de culto, donde se realizaban las ceremonias religiosas más importantes. Verdadero símbolo de poder y lugar de intercambios sociales y económicos, los foros eran los lugares más importantes de una ciudad.