Pasaje Pommeraye

Todo el que haya estado por Nantes recordará un magnífico pasaje escalonado rodeado de hermosas tiendas. Y tú no serás la excepción. El pasaje Pommeraye impresiona y envuelve en una sensación de esplendor. El pasaje nació del deseo de Louis Pommeraye de aportar el glamur parisino a una zona degradada de Nantes. No fue tarea fácil, entre vecinos descontentos que le denunciaron y los 9 metros de desnivel tan difíciles de  colmar,  tuvo que armarse de paciencia para llevar a buen puerto su proyecto. Al cabo de 3 años de obras, abrió sus puertas con un éxito rotundo,, el primer pasaje cubierto de la ciudad. Eran los tiempos del reinado de Luis Felipe y la moda era “cuanto más, mejor”. Las esculturas y la ornamentación resaltan la riqueza de Nantes, su nueva industria y su comercio marítimo. Nos encontramos una espectacular escalera, cubierta por un sublime techo de cristal, que ofrece tres niveles de tiendas con escaparates. En aquella época, los escaparates eran impensables. El vendedor te traía lo que necesitabas y listo. Gracias al pasaje Pommeraye, se pudo descubrir, observar y admirar. Se acababa de inventar el escaparatismo. Desde la literatura al cine,pasando por la fotografía y el cómic, el pasaje Pommeraye ha sido fuente de inspiración para muchos artistas y seguirá haciéndonos soñar durante mucho tiempo. No obstante, el pobre Louis Pommeraye, arruinado durante la crisis de 1846 por el fiasco financiero de su pasaje, murió sin un duro y sin tener ni idea de lo que nos había legado.