Iglesia de la Santa Cruz

A continuación, llegaremos a la explanada de la hermosa Iglesia de la Santa Cruz, situada en un magnífico enclave en pleno corazón del barrio de Bouffay, donde es la parroquia desde el siglo XII. Su armoniosa fachada blanca es de estilo jesuita, un movimiento artístico nacido de la Contrarreforma católica  muy cercano al arte barroco. En esta iglesia fue bautizado el pequeño Julio Verne el 8 de febrero de 1828. Se sabe que en el siglo XI ya existía aquí un convento de monjes benedictinos, y más tarde una iglesia, que en 1669 empezaba a degradarse de forma importante. Lo que explica la construcción del nuevo edificio que estás contemplando.  Durante la Revolución Francesa, la iglesia de la Santa Cruz pasó a ser propiedad del Estado y se utilizó como prisión. Procura apartarte un poco para poder ver el edificio en su totalidad, ya que una de las particularidades de esta iglesia es que se alza en lo más alto. Verás que su torre está culminada por un reloj con un lucernario que representa un círculo de ángeles tocando las trompetas. Este conjunto se añadió en 1860 y procede del antiguo campanario de la ciudad, conocido como la torre del Bouffay, que se encontraba 50 m más abajo. Esta torre es un vestigio importante de la historia de Nantes. Fue reconstruida en 1664 y demolida en 1848. Es lo único que queda del antiguo castillo del Bouffay, edificado apresuradamente en el siglo X tras la desastrosa invasión vikinga. La fortaleza perdió su utilidad tras la construcción del Castillo de los duques de Bretaña, y fue convertida en Palacio de Justicia en 1551, antes de ser finalmente demolida en 1843. Por este motivo era tan importante no perder este magnífico campanario. En su interior podrás descubrir los numerosos exvotos que recubren sus muros, en veneración a Nuestra Señora del Buen Socorro. También puedes recorrer el pasaje de la Santa Cruz, cuya entrada se encuentra a la derecha de la catedral. De acceso libre de martes a sábado, de 12h a 18.30 h, este paseo atraviesa el antiguo convento de los monjes, y gracias a su gran cristalera, te permitirá contemplar mejor el campanario de la Santa Cruz.