Basílica de San Nicolás

Estás delante de una de las dos basílicas de la ciudad. Se trata de una pequeña iglesia del siglo XII que se fue agrandando a través de repetidas ampliaciones siglo tras siglo. A finales del siglo XII había una pequeña iglesia o capilla y su cementerio San Nicolás. Ya en 1226, el duque mandó construir una muralla alrededor y en el siglo XV, cuando se renovó esta muralla, se perfeccionó la iglesia. Esta última siguió ampliándose durante los siglos siguientes a medida que crecía la población y, finalmente, en 1844, se reconstruyó por completo. Solamente el campanario tardó 15 años en ser construido. Pero al edificarse en un terreno tan pequeño, la basílica se encontró estancada en una orientación norte-sur cuando, como buena basílica cristiana, debería estar orientada este-oeste, con el sol saliendo por encima de su santuario. En resumen, la obra se confió a Jean Baptiste Lassus, que diseñó uno de los primeros proyectos neogóticos de Francia. Se erigió como basílica menor en 1882. Muy dañada tras el bombardeo de la ciudad en septiembre del 43, se tuvo que reconstruir nuevamente. Posteriormente, en 1986, fue declarada monumento histórico, lo que le brindó la oportunidad de ser renovada como se merece.