Mercado cubierto de Saint-Roch

Oído, gusto, olfato y tacto: no busques más, los sentidos de Mont-de-Marsan se despiertan aquí, bajo esta espaciosa estructura de madera. Con condición, claro está, de acudir los martes y más aún los sábados, días muy esperados del mercado tradicional de la ciudad. El mercado de Saint-Roch es un lugar ideal para conocer a los habitantes y degustar los sabores locales generosamente ofrecidos por los productores locales. Es una visita imprescindible si quieres vivir al ritmo del Suroeste. Hoy, el mercado es orgullosamente 100% alimentario, pero hasta 1949, los campesinos y aparceros locales le daban vida vendiendo objetos fabricados por ellos mismos, como pequeños mazos, cestas para aves y zuecos. Sospechosos de estar fabricados con madera rescatada de bosques privados sin el consentimiento de los propietarios, estos objetos de feria marcaron durante mucho tiempo la reputación del mercado de Saint-Roch, conocido entonces como “el mercado de los ladrones”. Del pescado a la charcutería, pasando por los quesos, las frutas y las verduras, el mercado Saint-Roch ofrece hoy en día todo lo necesario para preparar sabrosos platos landeses. Para empezar, prueba las tostadas de foie gras o los grattons de pato de granja. Para el plato principal, un plato de cassoulet o una jugosa y marmórea pieza de ternera de Chalosse servida con patatas salteadas. Después, un poco de Amou, el queso de oveja reconocible por su fina corteza dorada. Y de postre, una deliciosa croustade de manzana para completar la comida. Pasearse por los pasillos del mercado de Saint-Roch, catalogado como uno de los “100 más bellos de Francia”, es como arriesgarse a unas repentinas ganas de comer.