Plaza Saint Louis

Ahora estás en la plaza Saint-Louis, donde se juntan las calles principales del centro de Metz. Es el lugar favorito tanto de los habitantes como de los turistas. La plaza Saint-Louis se remonta a la Edad Media. De hecho, en el siglo III, la muralla romana de Divodurum terminaba aquí. Pero en el siglo XIII, la ciudad creció más allá de la muralla y construyó otra más lejos. Fue entonces cuando los mercaderes de cambio lombardos se instalaron aquí, construyendo sus casas de cambio bajo arcos utilizando las piedras romanas. Durante las grandes ferias, la gente venía a intercambiar monedas alemanas por francesas, italianas por españolas, etc. En el siglo XVI, habían más de 60 mercaderes de cambio bajo los arcos y la plaza Saint-Louis era la más grande de Metz. Las casas que ves a lo largo de la plaza conservan ese estilo italiano, muy marcado por la llegada de los banqueros lombardos. El nombre de la plaza se dice que proviene de un error con una estatua. En 1707, un cura regaló a la ciudad la estatua de Luis XIII. Al recibirla, los habitantes la confundieron con Luis IX, ¡también conocido como San Luis! Es cierto que tenemos muchos Luises. El nombre se mantuvo y, en 1867, se trajo una estatua real de Saint-Louis para que el nombre encajara por fin con la plaza.