Oficina de correos

Seguimos con los monumentos imponentes con la enorme oficina de correos, frente a la estación. Esta oficina central es una joya de la arquitectura neorrománica y, de hecho, está clasificada como monumento histórico. Su belleza se debe una vez más a Guillermo II de Alemania. ¡Para el emperador, Metz debía ser un escaparate del poder alemán! Quería coherencia en esta zona de la ciudad y ordenó que todos los edificios oficiales construidos alrededor de la estación tuvieran el mismo estilo neorrománico. Como el neogótico, el neorrománico se inspira en el arte de la Edad Media. Para darte una idea de los fundamentos de la arquitectura, debes saber que el arte gótico, en resumen, busca un impulso ascendente, tiene una magnífica decoración esculpida e intenta aprovechar al máximo la luz, mientras que el arte románico y, por lo tanto, el neorrománico, privilegia la belleza austera, muy pura y simple. Ahí tienes lo básico. ¡No es casualidad que la oficina de correos esté enfrente de la estación! Se cree que los alemanes son personas super organizadas, y bueno, eso es totalmente cierto. La ubicación estratégica de ambos edificios servía para facilitar el tránsito del correo, ¡incluso en tiempos de conflicto! La oficina, inaugurada en 1911, está construida en arenisca rosa de los Vosgos y no en la piedra amarilla tradicional de Metz. En 1944, se emprendieron trabajos de restauración exterior como parte de los daños de guerra. Desde 1975, está clasificada como monumento histórico y aún pertenece a los servicios postales de la ciudad, aunque ya no está abierta al público.