Leyenda del Graoully

¿Sabes por qué la calle por la que subes se llama Rue Taison? Porque la gente susurraba: “¡Callémonos, Callémonos, que el Graouilly vuela sobre la ciudad!” y en francés callémonos se dice taisons nous, de ahí taison ¡El Graouilly es el terrible dragón que ves colgado en la calle! La leyenda, aunque inventada hacia el siglo VIII, sitúa la historia en el siglo III, cuando Metz era aún romana y se llamaba Divodurum. Se cuenta que un dragón aterrador, con el cuerpo cubierto de escamas brillantes, que ningún arma podía perforar, garras afiladas e inmensas alas, se instaló en el anfiteatro ya lleno de serpientes. Vagaba por los cielos de Metz, devorando a sus habitantes al caer la noche. La población estaba aterrorizada. Su nombre, Graouilly, procede del alemán Gräulich, que significa monstruoso. Pero un día, San Clemente decide enfrentarse al problema y salir a enfrentar a la bestia. Era uno de los miembros de la Iglesia enviados por el apóstol Pedro, ahora obispo de Roma, a evangelizar la Galia. Su tarea consistía en convertir a los paganos de Metz a la flamante religión católica del siglo III. ¡Y vaya que San Clemente no es cualquier persona! Ya había realizado numerosos milagros, como dispersar una manada de lobos con un simple gesto de la mano y, sobre todo, resucitar a la hija del rey Orius (el gobernador de Metz) y que luego bautizó. Llegó a la cueva de Graouilly, donde ahora se alza el Centro George Pompidou, en el barrio del anfiteatro, y lo capturó con su estola. Encarcelado, el animal se ve obligado a seguir a San Clemente, que lo ahogó en la Seille. Aunque el dragón es legendario, y simboliza el pecado y el paganismo que había en la región, San Clemente es muy real, y más tarde fue nombrado obispo de Metz. Sea como fuere, los habitantes de Metz no han vuelto a ver al dragón desde entonces. Hasta el siglo XIX, se organizaba incluso un desfile anual para celebrar su desaparición. El obispo salía de la catedral acompañado por canónigos y una efigie del Graouilly, que desfilaban por las calles del centro de la ciudad. ¡Así que mantén los ojos bien abiertos, porque podrás ver al Graouilly en varias partes de la ciudad, así como en los escudos de varios equipos deportivos!