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Quizás no sepas mucho sobre esta pequeña ciudad de Mosela. Incluso puedes tener la impresión equivocada de que es una ciudad monotona, militar y lluviosa, ¡pues no es así! Si estás pensando en explorar Metz, te encontrarás con un patrimonio histórico increíble y un montón de cosas para ofrecerte.
Y cómo no, si los orígenes de la ciudad se remontan antes de la época galorromana.
Ya en el siglo III a.C., la tribu celta de los mediomátricos se instaló aquí. Luego llegaron los romanos, que fundaron Divodurum. En la Edad Media, Metz fue la capital del reino de Austrasia, después, bajo los Carolingios, se convirtió en un centro eclesiástico poderoso. Incluso fue una ciudad libre e independiente en el siglo XIII, antes de ser francesa, luego alemana, y otra vez francesa. En fin, ya te habrás dado cuenta, una posición tan importante deja huella.
Así que, ¿por qué no exploramos juntos las influencias que dejaron sus diversos habitantes, pasando por naturaleza salvaje y arquitectura política, hasta una catedral mística y dragones maléficos?
Es evidente que esta calle de los Alemanes conduce a la Puerta de los Alemanes. Pero, contrariamente a lo que podría pensarse, su nombre no proviene de su situación geográfica en dirección a Alemania, ¡ni siquiera de una ocupación alemana! Esta puerta recibe su nombre por su cercanía al hospicio de los caballeros de la Orden Teutónica Leer más
La pequeña calle de la Baue conduce a la iglesia de Saint-Maximin, que se encuentra justo a la izquierda. Este lugar puede que no sea muy conocido, pero realmente vale la pena descubrirlo. Entra, por que es dentro donde ocurre la magia. Sus vitrales en tonos pastel y la luminosidad de sus muros le dan una suavidad muy especial. Leer más
Sólo quería decirte, por si te lo estabas preguntando, que la torre que ves a tu izquierda es la torre del antiguo depósito de agua. Se construyó al mismo tiempo que la estación, para alimentar las locomotoras de vapor. Tiene 40 metros de altura y 300 metros cúbicos de capacidad de agua. Leer más
Ahora estás en la plaza Saint-Louis, donde se juntan las calles principales del centro de Metz. Es el lugar favorito tanto de los habitantes como de los turistas. La plaza Saint-Louis se remonta a la Edad Media. De hecho, en el siglo III, la muralla romana de Divodurum terminaba aquí. Leer más
Busca la estatua de Notre-Dame des prisonniers a tu izquierda. Marca el portal gótico del antiguo hospicio de San Nicolás. Creado por caridad para atender a los más desfavorecidos, se considera el hospital más antiguo e importante de Metz. Leer más
¡Aquí estás en la hermosa Plaza Raymond Mondon! Es realmente elegante con todos sus bellos edificios, ya que es la antigua plaza imperial. Fue construida en 1904, al mismo tiempo que la avenida Foch, en el lugar del antiguo foso de las fortificaciones, para unir la ciudad antigua con la nueva. Leer más
Te encuentras ante el antiguo arsenal de Metz, construido por orden de Napoleón III en la década de 1860 como respuesta al ascenso de Prusia. Este edificio militar, donde se fabricaban y almacenaban armas y municiones, es ahora un magnífico teatro. A partir del siglo XVI, Metz perdió su condición de ciudad libre e independiente del Sacro Imperio Romano Germánico. Leer más
¡Este hermoso palacio de estilo neorrenacentista alemán que tienes frente a ti es el Palacio del Gobernador! Antes se le llamaba "Comando General". Fue la prestigiosa residencia del General al mando del XVI Cuerpo alemán. Pero si es tan elegante y parece más un palacio principesco que una construcción militar Leer más
¡Mira a tu izquierda, la Puerta Serpenoise! Hoy en día, las ciudades se expanden y se fusionan, pero desde el siglo III, con la construcción de la primera muralla romana, hasta la demolición de la última muralla a principios del siglo XX, la ciudad estuvo bien delimitada y protegida. Leer más
La torre de Camoufle es un vestigio de las antiguas murallas medievales de Metz. Es una de las pocas torres que se han conservado. Fue construida en 1437 cuando se reforzaron las murallas, en el emplazamiento de una antigua torre galo-romana. Leer más
Llegarás al encantador puerto de Quai des Régates. Este pequeño puerto deportivo ha sido galardonado con la Bandera Azul europea, que por cierto, significa que la zona sigue una política de desarrollo turístico sostenible Leer más
El complejo que ven frente a ustedes es la iglesia de Saint-Pierre-aux-Nonnains ¡Construida en el siglo IV, es una de las iglesias más antiguas del mundo! Si sigue existiendo, es sobre todo porque ha sabido adaptarse a las necesidades de cada época. Hoy en día, de hecho, está desacralizada y forma parte del mismo complejo que el Arsenal y desempeña un papel importante Leer más
El lago de Metz es el lugar ideal para hacer una pausa en la naturaleza mientras exploras la ciudad. Puedes pasear alrededor del lago en tan solo un kilómetro, o aprovechar al máximo la tranquilidad. Leer más
Ahora estás al otro lado del lago. Probablemente, no te des cuenta, pero estás en una isla ¡La isla de Saulcy! En ella se encuentra el campus universitario más atractivo de Francia. ¿Quién de ustedes ha estudiado en una isla verde rodeada por un río y un lago? Leer más
¡Aquí tienes, el famoso Temple Neuf (templo nuevo)! ¡Es aún más bello de cerca, con sus detalles magníficamente esculpidos! Se construyó cuando Metz pasó a formar parte del Imperio Alemán. Guillermo II quería convertir la ciudad en un escaparate del Imperio, y Metz vio surgir nuevos edificios por todas partes. Leer más
Atraviesas el Moyen Pont (o Puente Medio), sin el cual no tendrías acceso a la magnífica vista de postal de Metz. De este puente, construido hace más de 700 años, solo queda uno de sus arcos originales. Como habrás notado, el agua es un elemento natural inseparable de la ciudad Leer más
Aquí estás frente al magnífico Teatro de la Ópera de Metz, en pleno corazón de la Place de la Comédie. Es uno de los primeros teatros construidos en Francia y el más antiguo aún en funcionamiento. También es uno de los últimos teatros que cuenta con talleres propios donde se crean los trajes y decorados. Leer más
Este corto paseo por los muelles te llevará al puente Saint-Georges, que ofrece una hermosa vista de la otra orilla, el antiguo molino de las termas y el antiguo lavadero. Con la cantidad de agua que hay en Metz y en todos sus brazos fluviales, puedes imaginar que la ciudad tenía varios molinos. Leer más
¿Sabes por qué la calle por la que subes se llama Rue Taison? Porque la gente susurraba: “¡Callémonos, Callémonos, que el Graouilly vuela sobre la ciudad!” y en francés callémonos se dice taisons nous, de ahí taison ¡El Graouilly es el terrible dragón que ves colgado en la calle! Leer más
Este edificio histórico, a tu izquierda, alberga el FRAC de Lorena. FRAC son las siglas del Fondo Regional de Arte Contemporaneo. El ministro de cultura Jack Lang lo creó en 1982. Se trata de colecciones públicas de arte contemporáneo, y lo hay en todas las regiones de Francia. Leer más
Has llegado a la plaza Juana de Arco, acondicionada en 1905, cuando se reconstruyó la hermosa iglesia de Sainte-Ségolène. En aquella época, el lugar se conocía como la plaza de las Cuatro Casas, en recuerdo de las casas destruidas para su creación. La iglesia, por su parte, ha sido remodelada muchas veces a lo largo de los siglos. Leer más
Has llegado a la Plaza de Armas. Fue diseñada a finales del siglo XVIII, como pieza central del plan de desarrollo urbano elaborado por Belle Isle en 1754 y completado por el arquitecto Jacques-François Blondel 10 años más tarde. Era una gran plaza rectangular pavimentada que albergaba a las grandes potencias del mundo Leer más
¡Mira qué hermosa es la catedral de Saint-Étienne que tienes justo delante! Es única en su género y una de las catedrales más impresionantes de Francia. ¡Y no es para menos! Su construcción se extendió durante tres siglos y continuó evolucionando hasta el siglo XX. Leer más
Desde la pequeña plaza situada a la derecha de la calle, podrás admirar la hermosa fachada de la Maison des Têtes o Casa de las cabezas. La calle Fournirue, donde se encuentra la casa, ha sido famosa por sus bellos edificios desde finales de la Edad Media. Leer más
Esta pequeña iglesia situada en su propia plaza empedrada es la iglesia de Saint-Eucaire. La versión más antigua del edificio data del siglo V, cuando se encontraba fuera de las murallas de la ciudad. Está dedicada a San Eucario, primer obispo de Tréveris, ciudad de la actual Alemania occidental, a la que Metz pertenecía en aquella época. Leer más
No estás frente a una catedral ni a un antiguo castillo, sino a la estación de tren de Metz. Monumental e impresionante, no faltan los adjetivos para describir este increíble monumento. Elegida durante varios años como la estación más bonita de Francia, su extravagancia se debe al emperador Guillermo II de Alemania. Leer más
Seguimos con los monumentos imponentes con la enorme oficina de correos, frente a la estación. Esta oficina central es una joya de la arquitectura neorrománica y, de hecho, está clasificada como monumento histórico. Su belleza se debe una vez más a Guillermo II de Alemania. Leer más
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Como habrás notado, la ciudad de Metz está estrechamente ligada a los ríos que la atraviesan.
El lago que descubriste durante tu visita ofrece varias posibilidades de actividades si deseas llevar tu visita más lejos. Desde aquí parten vuelos en globo aerostático, o se pueden alquilar canoas, kayaks, surf de pala y otras diversiones acuáticas.
Si quieres aún más naturaleza, puedes continuar tu paseo a orillas del Mosela, alrededor de la isla de Grand-Saulcy, o continuar hacia el sur, hasta los jardines botánicos.
Otro paseo, que combina historia y naturaleza, es el paseo por las murallas del fuerte de Bellecroix, que une el Pont des Grilles con la Puerta de los Alemanes.
Si te gusta más la cultura que el senderismo, debes saber que Metz cuenta con varios museos excepcionales. En particular, el interesantísimo Musée de la Cour d’Or, y el moderno y creativo Centro Pompidou.
Si tienes algo de tiempo para explorar el Mosela, puedes empezar visitando los pueblos al oeste de Metz. Scy-Chazelles, por ejemplo, en el Mont Saint-Quentin, alberga una iglesia fortificada del siglo XII, así como la casa de Robert Schuman, considerado uno de los padres fundadores de Europa. Al sur de Metz, puedes visitar el acueducto romano de Jouy-aux Arches, que data del siglo II d.C. A solo 30 minutos de Metz, no te pierdas la antigua abadía premonstratense, situada en el corazón de la ciudad de Pont-à-Mousson. Elegante y solemne, es el mejor ejemplo de arquitectura monástica en la región de Lorena. La ciudad también merece una visita por su casa de los siete pecados capitales y su hermosa iglesia de San Martín del siglo XIV.
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DescargarLa mayoría de los principales restaurantes de Metz se encuentran en el centro histórico. Cerca del río Mosela, que atraviesa la ciudad, hay una gran cantidad de opciones gastronómicas. La Rue du Faisan alberga varios restaurantes, al igual que la Place de la Chambre, que ofrece un entorno ideal para degustar la cocina local.
Para disfrutar plenamente de tu estancia en la región de Mosela, es importante elegir bien el barrio donde te alojarás. El casco antiguo ofrece una experiencia única. Su encanto se refleja en las calles adoquinadas, los restaurantes tradicionales, los edificios antiguos y las tiendas locales que permiten sumergirse en la cultura local. Alojarse aquí te sitúa cerca de los principales lugares de interés como la Catedral de Saint-Étienne y la Place d’Armes. Para una opción más original, muy apreciada por los habitantes, te recomendamos el barrio de Îles, al norte de Metz. Esta zona tranquila está rodeada por el Mosela, ofreciendo un entorno agradable. Además, está bien conectada por transporte público con el centro de la ciudad.
Ubicada en el noreste de Francia, en la región de Mosela, Metz está bien comunicada por transporte. Desde París, puedes llegar en tren desde la Gare de l’Est en solo una hora y media. También hay trenes directos desde Lyon y desde el sur de Francia, como Marsella o Montpellier. En cambio, el avión no es la opción más práctica. El aeropuerto se encuentra a medio camino entre Metz y Nancy, y hay lanzaderas que te llevan fácilmente al centro de Metz.
En los alrededores de Metz, puedes visitar el Parque Natural Regional de Lorena, ideal para hacer senderismo. Lugares como el lago de Madine son perfectos para un picnic. El parque se extiende por más de 200 000 hectáreas, por lo que necesitarás varios días, o incluso semanas, para explorarlo por completo.
Es posible que durante tu estancia en Metz llueva, ya que aquí las precipitaciones son frecuentes, incluso más que en algunas ciudades de Bretaña. Pero no te preocupes, porque siempre hay algo que hacer, sin importar el tiempo. En un día gris, no puedes dejar de visitar el Centro Pompidou-Metz, hermano menor del famoso museo parisino. Es uno de los museos más visitados de Francia fuera de París, con exposiciones de pintura, arquitectura, fotografía y más. También puedes visitar otros museos como el Museo de la Cour d’Or, ideal para amantes del arte y la historia.
La mejor época para visitar Metz depende de tus preferencias. Si deseas disfrutar del sol y temperaturas agradables, te recomendamos ir a partir de mayo. El clima se vuelve más suave, los días son más largos, y la ciudad está mucho más animada. Aunque en verano es más vibrante, Metz también se puede visitar en invierno. La región del Gran Este es famosa por las celebraciones de San Nicolás, que se realizan el 6 de diciembre. Durante esa época, se organizan desfiles y mercados navideños que llenan la ciudad de calidez y encanto.
No es necesario usar coche para moverse por Metz. La ciudad cuenta con una buena red de tranvías que conectan el centro y los alrededores. También puedes alquilar una bicicleta, ya que hay muchos kilómetros de carriles bici que hacen los desplazamientos seguros y agradables.
Metz es una ciudad a escala humana que puedes visitar en uno o dos días. En un día puedes conocer los lugares esenciales, como la impresionante Catedral de Saint-Étienne o el Centro Pompidou con sus exposiciones sorprendentes. En dos días podrás ampliar tu visita a museos como el de la Cour d’Or, pasear por el casco antiguo y descubrir la Place d’Armes. Si te queda tiempo, dirígete al este de la ciudad para ver las antiguas murallas medievales de la Porte des Allemands.
Metz ofrece muchas actividades para disfrutar en familia. El Centro Pompidou-Metz propone visitas interactivas que encantarán tanto a pequeños como a grandes. Si el clima lo permite, puedes pasear por el Jardín Botánico, en Montigny-lès-Metz. La línea 1 de autobús te lleva cerca, bajando en la parada “Botanique”. Otra opción muy agradable es caminar por las orillas del Mosela, donde hay carriles bici para hacer la salida aún más divertida.
Metz está bien adaptada para personas en silla de ruedas, permitiendo disfrutar de la estancia con tranquilidad. El transporte público es accesible gracias a rampas móviles. Los principales lugares turísticos también están adaptados. La Catedral de Saint-Étienne cuenta con una rampa de madera (aunque tiene una pendiente del 10%, por lo que se recomienda asistencia). El Centro Pompidou es totalmente accesible, con dos ascensores y la posibilidad de solicitar sillas de ruedas en recepción. En el Museo de la Cour d’Or, la mayoría de las colecciones son accesibles para personas con movilidad reducida. La entrada cuesta 1,50 € y es gratuita para el acompañante. El centro histórico es accesible, aunque algunas calles adoquinadas o inclinadas pueden requerir ayuda.
Si estás haciendo una ruta por la región del Gran Este en autocaravana y pasas por Metz, hay algunas áreas de servicio disponibles. Se encuentran cerca de las orillas del Mosela, justo al lado del Square du Luxembourg.
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