Plaza de España

Aquí estás, en el corazón de Mérida, en la Plaza de España. Fue acondicionada, tal y como la ves hoy, durante el reinado de los Reyes Católicos, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón. Los historiadores consideran su reinado como la transición entre la Edad Media y la Edad Moderna. Si no estás seguro de quiénes fueron estos Reyes Católicos, recuerda que su matrimonio, en cierto modo, creó España tal y como la conocemos hoy. Su unión vinculó la corona de Aragón a la de Castilla, formando así la Corona de España. Ganaron la Reconquista del Reino Árabe de Al-Ándalus, tomando el Reino de Granada, expulsaron a los judíos de España, instituyeron la despiadada Inquisición y financiaron el viaje de Cristóbal Colón a las Indias, que lo llevaría a descubrir las Américas para el resto del mundo. Sí, ¡tenían las manos llenas, por no decir otra cosa! Y así, como parte de su reorganización del país, instalaron plazas principales en las ciudades. Como en la que estás ahora. Originalmente, se utilizaba como plaza del mercado e instalaron una fuente de agua corriente para los habitantes. Pero también era una especie de plaza multiusos. Se utilizaba como escenario para representaciones teatrales, arena para corridas de toros, lugar para ejecuciones públicas, así como lugar de reunión para festivales, procesiones, etc. Aquí se recibían a los miembros de las familias reales en sus visitas oficiales. Los edificios que enmarcan la plaza recuerdan los diferentes poderes. Está el Estado con el ayuntamiento, por supuesto, fácilmente reconocible por su torre del reloj y las banderas que adornan su balcón; el poder religioso, con la catedral; y el poder económico, con el Palacio de la China, que, aunque hoy está un poco abandonado, fue un gran almacén perteneciente a un rico comerciante textil. El gran edificio del otro lado de la plaza perteneció a una familia noble, los Vera-Mendoza. Ahora se ha convertido en un hotel palacio.