Catedral “La Mayor”

A que es impresionante. Esta magnífica catedral representa todo el esplendor de la ciudad. Es una de las únicas catedrales de Francia que se construyeron durante el siglo XIX. En realidad fue reconstruida, porque ya existía una catedral antes conocida como la Vieja Mayor, que databa del siglo XII, y que fue la primera iglesia que se construyó en la época romana. La Nueva Mayor, que te encuentras observando, se construyó en estilo bizantino, y tiene unas dimensiones extraordinarias, pudiendo albergar hasta 3 mil personas, lo que la convierte en una de las catedrales más grandes de Francia. Su construcción duró 40 años y se emplearon muchos materiales diferentes. Entre ellos: piedra verde de Florencia, mármol blanco de Carrara, mosaicos de Venecia y piedra de Calissane. Sus cúpulas recuerdan a las iglesias de Constantinopla. Fue construida por una sucesión de arquitectos: primero Léon Vaudoyer, luego Jacques Henri Esperandieu y finalmente Henri Antoine Révoil. Declarada monumento histórico en 1906, se construyó en este lugar estratégico para ser vista por barcos de todo el mundo y mostrar la belleza de Marsella. El propio Napoleón III puso la primera piedra. Su estilo de inspiración oriental se combina acertadamente con elementos romanos, haciendo referencia simultáneamente a Europa y al mundo oriental, que fueron los orígenes de la construcción de la ciudad. Las rayas que la decoran le confieren un encanto muy especial, lo que ha llevado a los marselleses a apodar a esta joya arquitectónica la “Catedral de Pijama”. Su interior también merece una visita, así que, si está abierta cuando pases, aprovecha para entrar.