Palacio El Badi

Estos antiguos y grandiosos muros, últimos vestigios de un rico palacio del siglo XVI, pertenecen a El Badi, el Incomparable. Este es el nombre del conjunto construido por el sultán Ahmed al-Mansur, sexto sultán de la dinastía saadí. Aunque lo único que queda hoy son unos grandes muros en ruinas, El Badi fue en su día un suntuoso palacio que ostentaba el poder que tenían los sultanes marroquíes. Construido con mármol de Carrara de Italia, polvo de oro de Sudán, jade de China y otros innumerables materiales preciosos, era uno de los palacios más extraordinarios del país. Durante un siglo fue la próspera residencia de los sultanes, antes de que el sultán Moulay Ismaïl lo desvalijara por completo, despojándolo de los más preciados materiales y tesoros para construir con ellos la ciudad imperial de Meknes, a unos 500 kilómetros de distancia. Se puede afirmar que, dada la riqueza del palacio, se lo llevó todo. De él sólo quedan hoy sus murallas y su inmensa explanada adornada con jardines de naranjos. Pero no deja de ser una verdadera joya del arte islámico y un gran ejemplo de la arquitectura marroquí del siglo XVI. La visita al palacio te transportará a través de 5 siglos de historia recorriendo algunas de sus 360 salas, donde encontrarás una exposición de antiguas fotos de la ciudad, objetos arqueológicos y un antiguo minbar. Un minbar es una especie de pequeña escalera que conduce a una plataforma elevada en las mezquitas, el lugar donde reza el imam. El minbar del Palacio El Badi es de gran interés, puesto que tiene casi 900 años de antigüedad. Y si eres un gran apasionado de la comedia y de los monólogos de stand-up, te interesará saber que en este palacio se celebra cada año el Festival de la Comedia de Marrakech.