Historia de Marrakech

Marrakech es una ciudad que puede presumir de tener más de 10 siglos de historia. El legado de la ciudad se remonta al siglo XI, cuando la dinastía almorávide se instaló en Marrakech. Fue el sultán Youssef ben Tachfine, fundador de los almorávides, quien construyó dos mezquitas, y varias fortificaciones además de fundar la ciudad imperial de Marrakech, convertida en capital del imperio. La ciudad se adornó entonces con una gran riqueza de tesoros arquitectónicos, convirtiéndose en una de las ciudades más bonitas del norte de África. Un siglo más tarde pasó a manos de los almohades, que destruyeron la mayor parte del patrimonio almorávide y crearon una kasbah, mezquitas, jardines y puertas de entrada a la ciudad. A pesar de que su reinado sólo duró unas décadas, dejaron una huella considerable en la arquitectura y la cultura marroquíes. Los meriníes tomaron entonces el poder y dejaron Marrakech en completo abandono: la ciudad experimentó un declive durante muchos años y perdió gran parte de su riqueza. Se convirtió de nuevo en capital cuando fue tomada por los saadíes en 1551, y recuperó su antiguo esplendor con suntuosos palacios que aún se mantienen en pie. Pronto se convirtió en la ciudad más importante del país, hasta la llegada de los alauíes en 1669, que la situaron en segundo lugar al proclamar Meknes capital del reino en sustitución de Marrakech. Luego sobrevino un periodo de inestabilidad, marcado a la vez por la decadencia de la ciudad, que quedó en ruinas tras numerosas batallas, y el reinado de Mohamed III, que restauró toda la ciudad y construyó el palacio real. Este período finalizó con la instauración del protectorado francés en 1912, que situó a Marruecos dentro del imperio colonial francés. En el siglo XIX, el país estaba muy debilitado por las guerras que había mantenido contra Francia y España, y en seguida empezó a ser codiciado por las grandes potencias europeas. Al sur de Marruecos se instaló España, mientras que Francia se dedicó a colonizar Argelia. Estos dos países, junto con Alemania, deseaban colonizar Marruecos. En el año 1911, se produjeron revueltas en las principales ciudades marroquíes, las cuales ya no podían hacer frente a la situación del país. Marruecos pidió ayuda a Francia, que estaba justo al otro lado, en Argelia. Aprovechando la situación, Francia ocupó el territorio marroquí y lo sometió a un protectorado en 1912, lo que evidentemente no gustó a todos los sectores de la población. Pero dado que el país estaba muy debilitado, no tuvo más remedio. Durante este periodo, los franceses construyeron el barrio de Guéliz, conocido como la nueva ciudad de Marrakech. No fue hasta 1957 cuando Marruecos recuperó su independencia, tras varios años de negociaciones con Francia. Fue en esa fecha, cuando el país se convirtió en el Reino de Marruecos. Esto es todo en cuanto a las grandes generalidades. En definitiva, hoy en día Marruecos se ha convertido en un destino turístico imprescindible, donde podrás descubrir su rico patrimonio y magníficos monumentos, los cuales te permitirán conocer la fascinante historia del apodado “País del Lejano Atardecer”.