Visitar Marrakech

Las palabras clave de la gastronomía en Marrakech son, sin duda, sabores y colores. Si visitas la ciudad y paseas por los mercados de especias, te sorprenderás con la variedad de platos y sabores que descubrirás. Para disfrutar de una buena comida, dirígete a la calle Kennaria, famosa por ofrecer platos “deliciosos, donde el cuscús y los tajines están entre los mejores de la ciudad”. No hay mejor lugar para probar platos tradicionales preparados con esmero, en un ambiente acogedor y animado. Para una cocina refinada con decoraciones suntuosas, te recomendamos la calle Koutoubia, una de las favoritas de los visitantes frecuentes de Marrakech, quienes siempre pasan veladas excepcionales allí.

Un viaje a Marrakech requiere organización. Por ello, Navaway ha preparado una lista rápida de los mejores alojamientos en la ciudad. Lugares auténticos, con una buena relación calidad-precio, cercanos a los monumentos más emblemáticos y con una gran hospitalidad… ¡hemos pensado en todo! Primero, dirígete a la calle Abbou Bakr Seddik, donde te espera un lugar encantador. Las habitaciones de este sitio son impresionantes, ya que cada detalle ha sido cuidadosamente trabajado. Luego, si buscas un ambiente más familiar con grandes y suntuosas piscinas para refrescarte en los días calurosos, la ruta de Amizmiz es ideal para una estancia tranquila. Por último, en Derb Ben Zina, encontrarás una gran variedad de establecimientos prestigiosos, algunos con entornos insólitos (te dejamos la sorpresa de descubrirlos), donde te recibirán con gran alegría.

Marrakech, situada en el sur de Marruecos, tiene mucho que ofrecer, por lo que se recomienda una estancia de al menos tres días. El primer día estará dedicado a explorar los zocos y el centro de Marrakech, un verdadero tesoro lleno de oportunidades para hacer buenas compras y llevarse recuerdos únicos del viaje. Al final del día, cuando las temperaturas bajen un poco, pasea por la Plaza Jemaa el-Fna. Para el segundo día, opta por una actividad más relajante y disfruta del momento: el Jardín Majorelle te espera con sus colores azules vibrantes y su atmósfera única. También puedes visitar el Palacio El Badi y el Palacio de la Bahía, dos joyas de la arquitectura marroquí. Finalmente, para el último día, ¿por qué no hacer una actividad fuera de lo común? Una excursión al desierto de Agafay será una experiencia inolvidable.

Definitivamente, un solo día no es suficiente para conocer Marrakech, ya que hay muchas cosas por hacer. Lo ideal es quedarse entre 3 y 5 días. Después de explorar el centro de la ciudad y sus zocos, visita los distintos palacios y tumbas saadíes, que han dado fama mundial a Marrakech. Dedica un día a relajarte en los hermosos Jardines de la Menara, un oasis de paz con aire puro y fresco, lleno de plantas y flores de todo tipo. Si tu estancia es de al menos cinco días, puedes disfrutar de los maravillosos hammams de Marrakech, que encantan a todos los visitantes. Para terminar con una experiencia diferente, el macizo del Atlas ofrece una actividad deportiva perfecta para hacer en familia, con amigos, en pareja o incluso solo.

Una de las ventajas de visitar Marrakech es que puedes hacerlo en cualquier época del año. La ciudad goza de un clima soleado y seco, ideal para explorarla en profundidad. Sin embargo, es mejor evitar los meses de marzo, febrero y abril, que pueden ser algo lluviosos. Además, en Marrakech, muchas veces tendrás que moverte a pie, ya que algunas calles son tan estrechas que no permiten el paso de coches. También verás que muchas personas se desplazan en bicicleta o moto, las cuales puedes alquilar. Otra opción es usar taxis: los pequeños taxis son los más comunes para moverse dentro de la ciudad (cuando es posible), mientras que los grandes taxis te permiten salir de Marrakech y explorar sus alrededores.

El medio de transporte más común para llegar a Marrakech es el avión. Si compras los billetes con suficiente antelación, puedes encontrar tarifas reducidas de alrededor de 30 euros, teniendo en cuenta que el precio medio de un viaje de ida y vuelta es de unos 60 euros. El mes más barato para viajar a Marrakech suele ser noviembre. Un dato importante a recordar: el día más económico para volar a Marrakech es el lunes, mientras que el fin de semana, especialmente el sábado, es el más caro. Optar por el avión te permitirá llegar rápidamente, ya que el vuelo dura aproximadamente 3 horas y 30 minutos. Además, a diferencia de lo que algunos pueden pensar, el avión es uno de los medios de transporte más seguros y ofrece una gran comodidad.

Marrakech es famosa por su clima seco, por lo que pocas personas piensan en llevar paraguas o chaquetas impermeables en su maleta. Sin embargo, incluso las ciudades más cálidas pueden experimentar lluvias ocasionales, especialmente hacia el final del año. No te preocupes, unas gotas de lluvia no arruinarán tu viaje. Es el momento perfecto para visitar los distintos museos de Marrakech, como el “Museo de Marrakech” o el “Dar Si Said”. Estos lugares son ideales para descubrir la cultura marroquí, sus costumbres e historia. Además, la lluvia suele despertar las ganas de relajarse, y Marrakech es conocida por sus magníficos hammams. Símbolo de la tradición marroquí, estos baños son ideales para limpiar la piel y despejar la mente.

¿Viajas con tu pareja? El romanticismo es un factor clave en la elección de tu destino. Y Marrakech ofrece una gran variedad de actividades perfectas para parejas. Comienza con una cena romántica en un riad, esas encantadoras casas tradicionales marroquíes que se vuelven aún más acogedoras al anochecer, con una cena a la luz de las velas. Luego, deja de lado la comida por un momento y disfruta de una actividad relajante: el hammam marroquí tradicional. Marrakech tiene una amplia oferta de hammams con tratamientos beneficiosos para la piel, ideales para compartir un momento de bienestar con tu pareja. Para terminar, pasea de la mano por uno de los bellos jardines de la ciudad.

Viajar con niños puede ser un desafío. Mientras que los adultos pueden disfrutar de actividades culturales y patrimoniales, los más pequeños pueden aburrirse. Sin embargo, la Plaza Jemaa el-Fna es un lugar que encanta tanto a niños como adultos, especialmente al anochecer, cuando se ilumina y crea un ambiente mágico. Los niños pueden correr libremente mientras observan los diversos puestos y espectáculos callejeros. También pueden disfrutar de un paseo por los zocos de la ciudad, que suelen atraer tanto a grandes como a pequeños con su laberinto de colores y objetos brillantes. Cada pequeña tienda tiene algo especial que descubrir.