La Plaza del Obispo

Más que un simple espacio cuadrado, la Plaza del Obispo, representa un gran interés monumental en la ciudad. Ciertamente, su origen sigue siendo un misterio para muchos. Algunos afirman que la plaza fue construida en la época de la Antigüedad, mientras que otros rechazan esta idea y aseguran que el lugar data del periodo musulmán. No fue hasta el siglo XVIII que la plaza adquirió su bello y colorido aspecto actual. Rodeada por el Palacio Episcopal, el mejor ejemplo de arquitectura barroca de Málaga, y la imponente Catedral de la Encarnación, este es un lugar ideal para capturar una fotografía memorable de tu viaje por tierras andaluzas. Y más aún, porque este escenario sirvió como locación para la película El Puente de San Luis Rey, protagonizada por Robert De Niro y Kathy Bates. Al igual que la Plaza de la Constitución, la Plaza del Obispo también cuenta con una magnífica fuente de agua. Conocida como la Fuente de la Plaza del Obispo, fue construida en 1785. Hecha de mármol gris, es el principal atractivo de la plaza. Pero volvamos a la plaza en sí, porque su historia aún no ha terminado. Si bien es un lugar fotogénico y su pasado sigue dejando muchas preguntas sin respuesta a los historiadores, hay un punto en el que todos coinciden: la plaza sufrió una gran transformación en el siglo XVIII. En ese periodo, se erigió la nueva fachada principal del Palacio Episcopal, que terminó definiendo el espacio. Fue precisamente en ese momento cuando recibió el nombre de Plaza del Obispo y se decidió instalar en su centro una fuente en el suelo. Las obras realizadas también permitieron descubrir restos de la antigua muralla romana y bizantina. Y es que, como suele ocurrir, las excavaciones del pasado siempre nos permiten desenterrar secretos que habrían permanecido ocultos sin un poco de curiosidad y perseverancia.