La plaza de los toros de la Malagueta

Situada en la zona que le dio nombre, la plaza de toros de Malagueta se inauguró el 11 de junio de 1876, a través de una primera corrida de toros dirigida por el mítico matador Rafael Molina, apodado “Lagartijo”. Realizado por el mismo arquitecto que el del Mercado Atarazanas, el monumento de 52 metros de diámetro presenta un estilo neomudéjar, de inspiración oriental, desarrollado principalmente en la Península Ibérica, a finales del siglo XIX y principios del XX. Aprovechada como prisión de 1939 a 1943, la estructura será declarada sitio histórico y artístico en el centenario de su existencia. Hoy en día es el Centro Cultural de Málaga, con un museo taurino en su interior, la plaza de toros de Malagueta sigue haciendo vibrar su ruedo, es decir, la pista central cubierta de arena, al momento de los eventos anuales. Como durante la feria taurina de agosto o la corrida de toros Picassiana, en la que los toreros visten trajes inspirados en el estilo artístico del pintor malagueño. La plaza de toros de Malagueta, que constituye uno de los espacios taurinos más acondicionados y conocidos de toda España, fue construida por una empresa llamada “La Malagueta”, que tenía como objetivo crear, con la fuerza de su mano de obra y el optimismo de sus intelectuales, una plaza de toros de lo más moderna, capaz de atraer a muchos espectadores. Una parada turística que combina tradición e historia, ¡cómo nos gusta!