La catedral de Santa Maria de la Encarnación

Más allá de su gran importancia como edificio religioso para la ciudad y sus habitantes, la Catedral de Santa María de la Encarnación es un punto de referencia esencial para orientarse y encontrar el camino en Málaga. Construida entre 1528 y 1782 sobre un terreno que anteriormente ocupaba una mezquita, la catedral más alta de Andalucía es uno de los mejores ejemplos del arte religioso español. Con su imponente altura y una combinación de estilos barroco, renacentista y gótico, este templo cautiva tanto por fuera, con su puerta decorada con delicados medallones, como por dentro, con su coro finamente esculpido y sus órganos de más de 4.000 tubos, que todavía hoy se utilizan para conciertos. Si bien muchos la llaman simplemente Catedral de la Encarnación, otro apodo cariñoso dado por los malagueños se ha ido asentando poco a poco en la cultura local e incluso a nivel nacional. Debido a las guerras napoleónicas y a la falta de fondos durante su construcción, la catedral nunca llegó a completarse según los planos originales. La fachada principal y la torre sur, ambas a medio construir, llevaron a los habitantes a bautizar el monumento como “La Manquita”. Manca sí, pequeña… ¡definitivamente no, teniendo en cuenta sus dimensiones!