La Plaza Mayor

LLegamos a la plaza más bonita de España, la Plaza Mayor. Su construcción se remonta a finales del siglo XVI, cuando Felipe II pidió que se reorganizara la plaza del Arrabal, un tanto caótica en la época. Pero no fue hasta el reinado de Felipe III, al que se puede ver sobre su caballo en el centro de la plaza, cuando las obras se pusieron en marcha, y la Plaza Mayor se inauguró en 1619. Más tarde, como todas las grandes plazas de España, se la llamó Plaza de la Constitución. Y posteriormente, durante la época de la Restauración,  pasó a llamarse Plaza Mayor siguiendo la política del país. En 1873 se la llamó Plaza de la República, después de nuevo Plaza de la Constitución, y desde el final de la Guerra Civil española ha vuelto a llamarse Plaza Mayor. Lógicamente, seguirá llamándose así, pero nunca se sabe. Sea cual sea su nombre, ha sido testigo de los grandes momentos de la historia del país, tanto felices como trágicos. Entre ellos, representaciones teatrales, juicios de la Inquisición, e incluso ejecuciones. Los edificios que la rodean, sobre el fondo rojo, son realmente admirables. Fíjate bien en la fachada de la Casa de la Panadería. Se trata de la antigua panadería municipal, cuyos frescos son tan bellos como sorprendentes. Después de albergar el Palacio de Bellas Artes e incluso residencias reales, actualmente, es la sede de la Oficina de Turismo. No dudes en entrar.