El palacio de Westminster

¡Cuidado, estás ante el centro del poder político británico! Aquí se encuentran las dos cámaras del Parlamento, la Cámara de los Comunes y la Cámara de los Lores y, por lo tanto, aquí se toman todas las decisiones importantes sobre el Reino Unido. Parece que la historia de este palacio se remonta al siglo XI, ya que el edificio que una vez estuvo allí era la residencia principal de los reyes de Inglaterra. Un primer incendio destruyó parte del palacio en 1531, obligando al rey Enrique VII a instalarse en el palacio de Whitehall. ¡Es en ese momento que Westminster se convierte en la sede del Parlamento británico! Pero tres siglos más tarde, el edificio vuelve a ser devastado por las llamas, que dejan solo una pequeña parte del palacio indemne: se trata actualmente del Westminster Hall. El resto del palacio que vemos hoy fue construido en muy poco tiempo tras el incendio, siguiendo los planos del arquitecto Charles Barry, quien ganó el concurso convocado apenas dos años después del incendio para saber quién tendría el honor de encargarse de él. Por lo tanto, el arquitecto británico construirá no menos de 1200 habitaciones, y un palacio que se extiende sobre 290 metros a lo largo del río Támesis. Hay que decir que Charles Barry tenía un objetivo de gran envergadura: construir un palacio que representara la gran potencia de Inglaterra en aquella época. Y es una apuesta ganada, ¿no te parece? Rodeado por sus dos torres, la Torre Elizabeth, que alberga la famosa campana del Big Ben, y la Torre Victoria, que guarda cuidadosamente todas las copias de las leyes del Parlamento desde 1497, ¡el Palacio de Westminster ha sabido mostrar todo el esplendor de Londres ganándose una reputación en todo el mundo! Con un estilo neogótico en referencia a la época de los Tudor, la dinastía que gobernó Inglaterra durante casi dos siglos, el palacio es hoy en día uno de los monumentos londinenses más visitados: al menos 19 salas del palacio están abiertas al público, ¡incluidas las dos Cámaras del Parlamento!