El imperdible castillo de San Jorge, también llamado el Castillo de los Moros, vale la pena el devío para aquellos que aman remontarse al pasado. Construido a partir del siglo XI, acoge a la familia real a lo largo del siglo XIII y luego se transforma en un importante lugar de defensa de la ciudad. ¡Desde lo alto de su colina, te ofrece magníficas vistas panorámicas de Lisboa!
Si todavía te queda tiempo en la ciudad, te aconsejo que vayas a explorar el famoso barrio de Belem. Accesible en tranvía o autobús, oculta tesoros arquitectónicos que no te puedes perder: La Torre de Belém, construida en el siglo XVI para reforzar el
sistema de defensa de la ciudad; el famoso Monasterio de los Jerónimos de Belém, uno de los monumentos más visitados en Portugal, ya que su historia y su grandeza lo hacen un monasterio único; el palacio nacional de Ajuda, la última residencia de la familia real portuguesa.
Una atracción atemporal
Otra actividad infalible de la ciudad: el tranvía n°28 te llevará, a cambio de algunos euros, por la ciudad para hacerte descubrir de otra manera los diferentes barrios de Lisboa. Concebidos en los años 30, estos auténticos tranvía amarillos permiten, aún hoy, conectar los barrios entre sí, entre las calles sinuosas y empinadas de la ciudad de las siete colinas.
La encantadora Cascais
Situada a 40 minutos de Lisboa, Cascais es una ciudad que es habitualmente aconsejada para completar el recorrido por la región. Auténtica ciudad pesquera, nos muestra bellas residencias, a veces extravagantes, así como playas agradables que atraen a numerosos viajeros, portugueses incluso. ¡Encontrarás facilmente excusiones de un día para visitarla!
La increíble Sintra
Fuera de Lisboa, situada a 25km de la capital portuguesa, la extraordinaria ciudad de Sintra, sabrá dejarte con la boca abierta: ¡aviso para los amantes de la arquitectura de todo tipo! Palacios fascinantes, villas extravagantes y mansiones sorprendentes se mezclan en este sitio natural con paisajes grandiosos, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Accesible en tren, ¡es un lugar imperdible para aquellos que tengan el tiempo de pasearse más allá de la capital! Y si tienes tiempo de quedarte algunos días, también debes ver el parque natural de Sintra, sobre todo sus remarcables cascadas: Fervença y Mourão
Paisajes espectaculares
¡Un destino en el cual necesitarás alquilar un coche para poder aprovecharlo al máximo! El parque natural de la Arrábida se impone como uno de los más bellos parques de Portugal. Este macizo montañoso que bordea el océano de un azul sorprendente, promete paisajes inolvidables. Ya sea que estés a pie, en coche, en bicicleta o a caballo, hay cosas para todos los gustos en este parque, ¡que además ofrece magníficas playas de arena para bañarse durante el periodo estival! Tal vez te encuentres con la misteriosa cueva Lapa de Santa Margarida, que no deja de sorprender a los senderistas que la cruzan en su camino, situada en las profundidades de los acantilados. ¡Si vas al parque de la Arrábida, no te pierdas la ciudad de Sesimbra, una de las mejores estaciones balnearias de Portugal!
Dos palacios excepcionales
Para aquellos que aman la historia y la arquitectura, dirección el palacio de Queluz, magnífica residencia apodada “el Versalles portugués”. Salas finamente decoradas, jardines magníficos y un estilo exterior impresionante: esta residencia real construida en el siglo XVIII tiene todo para gustarte. Súmale a esto la visita del hermoso palacio barroco de Mafra, que data del mismo siglo, ¡y tendrás un vistazo de algunos de los más bellos monumentos de Portugal!
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