Opera

Tómese su tiempo al entrar en esta elegante plaza, que marca el límite entre el casco antiguo de Lille y sus barrios centrales. Si tienes tiempo, toma un café y siéntate, porque hay mucho  para ver y observar en las estructuras que te rodean. En primer lugar, la antigua Bolsa, que nos separa de la Grand-Place, con la que estaba conectada. Es el edificio más bello de la ciudad. Enfrente, la Ópera, inaugurada en 1913, con su hermosa fachada neoclásica de estilo parisino. Justo al lado, el campanario de la Cámara de Comercio e Industria de Lille domina la zona. Combina tan bien con la Ópera porque ambos fueron obra de Louis Marie Cordonnier, famoso arquitecto del norte de Francia. No dudes en entrar en el magnífico vestíbulo principal de la Cámara de Comercio para admirar su increíble cúpula de cristal, de 178 metros de altura. El campanario no se puede visitar, pero sus campanas repican a cada hora, al ritmo de la cuna de Quinquin, una cancion famosa de Lille. Frente al campanario, podrás admirar el rang du Beauregard, un famoso conjunto de casas burguesas del siglo XVII construidas una al lado de la otra. Si te fijas bien, verás angelitos en las fachadas. Delimitan sutilmente las casas, según si están espalda con espalda o frente a frente. Otro detalle interesante son las balas de cañón que puedes ver incrustados en la fachada de la Casa Morel, un poco más a la derecha. Conmemoran la resistencia de Lille a la invasión prusiana. La ciudad fue destruida en gran parte por un bombardeo interminable (se dice que duró 185 horas) de balas de cañón que se calentaron  para la ocasión, provocando terribles incendios a su paso. Espantoso. Sea como sea, fíjate bien en la fachada y verás una bala de cañón diferente de las demás, pintada color piel, que evoca una forma completamente distinta y transmite un mensaje completamente diferente. Haz el amor, no la guerra, ¡parece obvio!