La Voix du Nord

Te dejo que admires el imponente edificio de la “Voix du Nord”, o sea, la Voz del norte,  situado frente a ti, en el centro de la plaza, con su hermosa fachada con piñones. Es la sede del famoso periódico, nacido en la clandestinidad en 1941 e impulsor de una oleada de resistencia en la Francia ocupada. Su primer número declaraba alto y claro sus intenciones: “No transigiremos con el deber ni con el honor, no pactaremos con el mal, no colaboraremos con el enemigo.” Más de 500 personas que trabajaron en el periódico pagaron un alto precio por su determinación y libertad de pensamiento, siendo encarceladas, torturadas o llevadas a campos de exterminio nazis.  La empresa se creó oficialmente en 1945, tras la Liberación. En lo alto del edificio se alza una estatua dorada de las Tres Gracias, que representan las 3 antiguas provincias de la región: Flandes, Artois y Hainaut, lo que hoy se conocería aproximadamente como el Norte-Paso de Calais. El bajorrelieve que rodea el balcón lleva la inscripción: “Defender el trabajo en la región Nord”, así como varias alegorías en forma de marineros, pescadores, obreros, agricultores y comerciantes. También puedes observar escudos de armas representados sobre las ventanas. Son los de las ciudades que poseen su propia edición del periódico. A la derecha del edificio se encuentra el Teatro del Norte. Está ubicado en un edificio de 1717 que se utilizó para alojar a los soldados de Luis XIV, que acababan de conquistar la ciudad. Puede ver un sol sobre el reloj. Se trata de un homenaje al famoso Rey Sol, para conmemorar la anexión de Lille a Francia en 1667. También habrás observado que un segundo sol dorado se encuentra en lo alto de otro edificio, frente al teatro, al otro lado de la plaza. No cabe duda de que Luis XIV sigue vivo en el corazón de Lille. Pero la verdadera estrella de la ciudad es la Columna de la Diosa, de 17 metros de altura, que se alza orgullosa en medio de la Grand Place. Conmemora la heroica resistencia de los habitantes durante el asedio de Lille, que fue duramente bombardeada por los prusianos pero permaneció invicta. En su mano derecha, sostiene el artificio para encender la mecha del cañón, y con la izquierda señala las inscripciones grabadas alrededor de su base, entre ellas la famosa declaración hecha por el alcalde de la época a los prusianos: “Acabamos de renovar nuestro juramento de ser fieles a la Nación, de mantener la Libertad y la Igualdad o de morir en nuestro puesto. No cometemos perjuros”. Eso crea el ambiente adecuado. Con esas bellas palabras, seguimos nuestro tour.