Los Perros de la Plaza de Santa Ana

Puede que ya te hayas fijado en ellos, o quizás no, si estabas demasiado impresionado por la catedral, lo cual es comprensible. Pero justo frente a ese majestuoso monumento, hay esculturas de perros por todas partes, a veces sentados, a veces tumbados. Están aquí desde 1895, haciendo creer que los ocho perros vigilan el emblemático edificio que se encuentra justo frente a ellos. Fueron realizadas por el escultor francés Alfred Jacquemart en 1824, pero no se sabe con certeza por qué acabaron aquí, en el corazón de Las Palmas. Una teoría es que fueron regaladas por un barco francés que se dirigía a Sudáfrica y que se detuvo aquí, para hacer reparaciones. Los franceses dejaron las estatuas en Las Palmas como muestra de agradecimiento. Otra hipótesis es que ahora pertenecen a la isla gracias a la donación de un importante empresario británico, Thomas Miller. De cualquier manera, ahora se han convertido en las mascotas de la Plaza Santa Ana, así como en la obra del escritor Víctor Doreste, que dio nombre a cada una de ellas en su fábula Faycan. Así que te presento a Aterura, Mogano, Doramas, Tindaya, Bentayga, Tenoya, Tirajano, y por último, Faycan, quien lleva el nombre de la fábula que escribió. Hasta aquí la historia de estas sorprendentes esculturas que custodian cuidadosamente la entrada de la catedral.