Puerta de la Ciudadela

La antigua puerta que ahora tienes delante es la puerta de la ciudadela. Se construyó en 1595 y en aquella época daba a la ciudad por un lado y a la famosa ciudadela construida por Enrique IV por el otro. ¿Por qué una ciudadela en Laon? Retrocedamos en el tiempo. En plena Guerra de Religión, Laon se puso del lado de los católicos y se unió a la Liga. La Santa Liga era una unión de católicos, apoyados por España, que luchaban contra el protestantismo. Y al principio funcionó bastante bien. La Liga, que llegó incluso a expulsar a Enrique III de París, era un verdadero peligro para la monarquía. Así que, cuando Enrique IV, protestante, retoma la ciudad de Laon tras varios meses de asedio, manda demoler todo un barrio para construir una ciudadela orientada hacia la ciudad y no hacia el exterior, subrayando así su desconfianza hacia los habitantes. La ciudadela estaba rodeada por un foso y tenía un puente levadizo para entrar. En 1835, tras años de abandono, la ciudadela de Enrique IV retoma su función militar. Laon ocupaba una posición estratégica en los conflictos entre Francia y Alemania, que en aquella época era más bien Prusia. En el siglo XIX, el rey Luis Felipe hizo remodelar la ciudadela para protegerse de posibles ataques.  La historia de la ciudadela se vería fuertemente influenciada en 1870, durante la guerra franco-prusiana. Tras la derrota de Napoleón III en Sedán, la ciudadela de Laon se vio obligada a rendirse. Pero un joven soldado, negándose a entregar su ciudad, explotó el polvorín, llevándose consigo a cientos de soldados; soldados franceses como resultado. Hoy se utiliza como centro administrativo. Se puede visitar el antiguo polvorín y sus misteriosos pasadizos subterráneos, cuya entrada se ve un poco más adelante.