Malta/La Valeta y su historia

Además de sus magníficos paisajes, La Valeta es también la historia de una capital mediterránea escrita a lo largo de sus pueblos, conquistas y dominaciones.

Si bien la Antigüedad le trajo los imperios griego y romano, y la Edad Media le confirió una ocupación árabe, La Valeta tomó sus primeras marcas a partir del Renacimiento.

Empecemos por el principio. En 1530, Carlos V, emperador germánico y rey de España, cedió la soberanía del archipiélago a los Caballeros de la Orden de San Juan. Era una manera para él de tener una orden militar en el Mediterráneo, frente a los avances otomanos.

Recién instalados en sus nuevas tierras, principalmente portuarias, los nuevos propietarios reforzaron así su zona de implantación, construyendo el fuerte de San Elmo en lugar de una antigua torre de vigilancia.

En su avance como potencia soberana, los miembros de la Orden se enfrentaron a uno de los mayores episodios históricos malteses, a saber, el Gran Asedio de Malta. En ese momento, era 1565 y las tropas otomanas querían conquistar la isla. Pero, ante la defensa excepcional y perseverante de sus anfitriones, los otomanos capitularon, huyeron y perdieron la batalla. Después de esta aplastante victoria, pero no sin importantes daños, Jean Parisot de La Valeta, Gran Maestre de los Caballeros de la Orden, fundó la nueva capital entre 1566 y 1571. Con el nombre que se le dio, todo ya estaba pensado.

En 1798, fue el turno de Napoleón Bonaparte de probar suerte en la conquista de este territorio insular y de su capital. Lo logró y permaneció hasta 1800, cuando los malteses, con la ayuda de Inglaterra, pusieron fin a la ocupación francesa. Así que sí, los franceses se fueron, pero los ingleses aprovecharon para quedarse.

De ahí la transformación de la isla a colonia británica en 1814. Después de 150 años de ser inglesa, Malta finalmente recuperó su independencia en 1964 y se convirtió oficialmente en una república en 1974.

Desde 2004, la isla pertenece a la Unión Europea y, en cuanto a su capital, La Valeta, se ha convertido en uno de los destinos más apreciados de la cuenca mediterránea.