La Concatedral de San Juan

Venir a La Valeta y no acercarse a la Concatedral de San Juan es, sin duda, perderse una de las obras maestras más bellas de la ciudad. A primera vista no es tan obvio… Pero danos unos segundos de presentación para convencerte de lo contrario.

Financiado y encargado por Jean de La Cassière, alias el Gran Maestre de la Orden de los Caballeros de San Juan, el edificio religioso fue construido entre 1575 y 1577. Pero como en esa época el papel de catedral de la isla ya estaba atribuido a la de San Pablo de Mdina, el nuevo lugar de culto obtiene entonces el estatus de co-catedral. Una peculiaridad muy rara, que pocas diócesis pueden presumir de tener.

Lejos de presumir con esta fachada simple, pero simétrica, el monumento religioso de La Valeta en realidad engaña a más de un turista indiferente. ¡Excepto a ti, gracias a nosotros!

Enriquecida durante dos siglos, con cada gran maestro de la orden elegido, la Concatedral de San Juan nos ofrece un interior de una riqueza incomparable, donde el arte barroco ocupa todo el espacio.

Si el trabajo de las altas bóvedas talladas deja sin palabras, es el suelo de mármol, donde descansan más de 400 tumbas de caballeros, lo que hace que el lugar sea ante todo un éxito. Entre estas sepulturas de prestigio destaca la de Jean Parisot de La Valeta, a quien le debemos la fundación de la capital maltesa hacia 1566.

Si decides comprarte la entrada para ver este tesoro con tus propios ojos, tómate tu tiempo para encontrar la inscripción cerca de la entrada lateral, por donde circulaban los caballeros. Tiene la particularidad de recordar a los mortales la brevedad de su paso por la tierra con estas breves palabras: “ Ustedes que caminan sobre los muertos, recuerden que un día caminaremos sobre ustedes”. ¡ Te dejamos con este mensaje bastante particular !