Puerto Viejo

Nada mejor que pasear por el Puerto Viejo de La Rochelle. Entre bares, restaurantes, vendedores de helados o churros, según la temporada, el Puerto Viejo siempre está animado. Se trata del corazón de la ciudad, donde a muchos visitantes les gusta hacer una pausa, comer en un restaurante frente a las torres de La Rochelle y los barcos que integran el puerto. Déjate envolver por el vaivén de las olas, y pasea por los muelles de este antiguo puerto pesquero, convertido en puerto deportivo, y admira las imponentes torres en todos sus ángulos. Mientras tanto, te cuento la historia de este puerto emblemático, que fue uno de los más importantes del Reino de Francia durante la Edad Media. Cuando los pescadores se instalaron por primera vez en La Rochelle, a finales de la Antigüedad, el puerto no estaba construido aquí, sino en lo que hoy es el Parque Charruyer, situado a orillas del arroyo Lafond. No fue hasta el siglo XII cuando se construyó el puerto actual, mucho más grande, para permitir que el comercio se continuara desarrollando. Muy codiciado por los ingleses durante la guerra de los Cien Años, el puerto de La Rochelle ha sobrevivido al paso del tiempo y en la actualidad sigue siendo uno de los lugares más animados de la ciudad. Durante todo el año se celebran numerosos eventos, como carreras de caballos, espectáculos náuticos, la salida de las principales competiciones de regatas y fuegos artificiales, por lo que la visita de este puerto es ineludible.