El Capitolio

El Capitolio, una reproducción bastante fiel y llamativa del que podrías ver en Washington, es uno de los lugares emblemáticos de La Habana. Construido en el emplazamiento de la primera estación de ferrocarril de la ciudad, el imponente edificio se inauguró oficialmente a bombo y platillo el 20 de mayo de 1929, tras sólo 3 años de construcción. Sede de la Cámara de Representantes del Senado hasta 1959, ahora alberga la Academia Cubana de Ciencias, Tecnología y Medio Ambiente, así como una biblioteca científica. En consonancia con el poder ejecutivo cubano que representó durante tanto tiempo, este edificio es una monumental obra maestra neoclásica que merece la pena contemplar en todo su detalle. Si diseccionas el edificio capa por capa, lo primero que notarás es la imponente escalera. Hecha de granito, está flanqueada por dos esculturas de bronce, que se supone representan el Trabajo a la derecha y la Virtud a la izquierda. Detrás de las poderosas columnas están las 3 puertas principales de entrada, en las que aparecen bajorrelieves que representan importantes episodios históricos cubanos, desde el periodo precolombino hasta la inauguración del monumento. Y por último, la cereza del pastel es la majestuosa cúpula de piedra de 62 metros de altura, que destaca sobre el perfil de la ciudad. Los dos mayores tesoros del recinto se encuentran en esta sección. En primer lugar, la colosal estatua de Minerva, símbolo de la República, que es la tercera estatua más grande del mundo, después del Buda de Oro en Japón y la Estatua de Lincoln en EEUU. También está aquí y sirve de punto de partida para medir las distancias entre La Habana y las demás ciudades de Cuba. No sé a ti, pero a nosotros nos ha convencido esta joya, clasificada como monumento nacional en 2010.