Casa de Abel Santamaria

Calle P, 120, La Habana. Ésta es la dirección exacta a la que te hemos traído. ¿El motivo? Porque aquí vivía Abel Santamaría, un joven cubano que, en poco tiempo, pasó de ser un hombre más de la calle a ser el segundo al mando del movimiento revolucionario creado por Fidel Castro. Demos un paso atrás en el tiempo, por así decirlo. Originario de Encrucijada, en Cuba, Abel Santamaría tenía sólo 20 años cuando se trasladó a La Habana en 1947 para continuar sus estudios. Tras encontrar trabajo en una fábrica textil de la ciudad, el joven se afilió a las filas del Partido Popular Cubano. Fue para él una forma de reorientar sus diversas inquietudes políticas y sociales. En marzo de 1952, Fulgencio Batista, que había sido elegido presidente de Cuba en 1940, volvió al poder por la fuerza en un golpe de estado. Y no todo el mundo estaba contento con ello. Especialmente Abel Santamaría, que se acercó a Fidel Castro en mayo de 1953. A partir de entonces, se desarrolló un entendimiento y una alianza entre los dos hombres. Se reunían en el apartamento 164 de este edificio, ocupado por Abel y su hermana Haydée, para luchar contra la opresiva dictadura de Batista. Sus reuniones desembocaron en el asalto al cuartel Moncada el 26 de julio de 1953. Contra todo pronóstico, fue un fracaso. Su plan de ataque, parcialmente frustrado, obligó a Fidel Castro a retirar a sus combatientes. Ajenos a la información, Abel y sus hombres fueron hechos prisioneros por las fuerzas gubernamentales y ejecutados. Durante el juicio de este asalto, Fidel Castro dijo de su camarada muerto que era «el más generoso, el más querido y el más intrépido de nuestros jóvenes». Hoy, el apartamento de Abel es un monumento nacional y un museo, donde todos los objetos originales han permanecido inalterados desde el 26 de julio de 1953.