El memorial José Miguel Gómez

Idealmente situado en lo alto de la Avenida de los Presidentes, este imponente monumento de mármol es sin duda el más bello de todo el paseo central. Se erigió en memoria de José Miguel Gómez, figura clave de la historia moderna de Cuba. Patriota de corazón, José Miguel Gómez se hizo un nombre por su incansable compromiso con la independencia de su isla. Durante la Guerra de los Diez Años de 1868 a 1878 y la Guerra de la Independencia de 1895, participó en todos los enfrentamientos y ascendió en el ejército. De coronel, pasó a general de brigada en 1896, y luego a general de división en 1898. En septiembre de 1908, alcanzó nuevas cotas al convertirse en el segundo Presidente de la República de Cuba. Su mandato terminó en 1913, al cabo de los cuatro años previstos, aunque quedó marcado por acusaciones de corrupción y de favoritismo político. Inaugurada en 1936, 15 años después de la muerte de José Miguel Gómez, la escultura consiste en un gran hemiciclo con una estatua de bronce de tres metros y medio de altura del militar y político cubano en su centro. Los bajorrelieves inmortalizan momentos clave de la vida del ex presidente. La obra fue del arquitecto italiano, pero el mérito del financiamiento es de la población local, que contribuyó con unos 20 centavos cada uno a través de una suscripción popular.