La mayor ciudad del Caribe, con una superficie 7 veces mayor que la de París, La Habana es tan inmensa como diversa. Por todas partes esconde tesoros inesperados. Por eso los dos itinerarios, aunque muy completos, pueden parecer restrictivos. A riesgo de ir de «poco» a «demasiado», aquí tienes otros lugares y actividades inolvidables que te harán amar La Habana aún más. Para simplificar, vayamos por barrios.
En la Habana Vieja, o centro histórico, puedes conocer aún mejor a José Martí, aquel político indiscutible, héroe nacional, mártir y apóstol de la lucha por la independencia. Muy cerca de la estación central se encuentra la Casita de Martí, la casa en la que nació el famoso cubano el 28 de enero de 1853. Típica de las viviendas obreras de la época, con su tejado de tejas y sus paredes de argamasa, la casita se convirtió en museo en 1925. En su interior, una interesante
colección de objetos y documentos recorre las principales etapas de la vida de José Martí. Su juventud, su trabajo en Montecristi, su viaje de Cabo Haitiano a Cuba, su deportación a España… todo está pensado para que conozcas al cubano más universal.
A pocos metros, en dirección a la Plaza de Armas, puedes vivir otro tipo de retrospectiva en el Hotel Ambos Mundos. De las 52 habitaciones del establecimiento, la 511 será objeto de tu envidia. No por su decoración, comodidad o vistas, sino por la historia que la vincula al escritor estadounidense Ernest Hemigway. Hemigway se enamoró de La Habana y se alojó en ella entre 1932 y 1939 por la módica suma de 1,50 $ al día. Y al igual que en los muchos bares y otros lugares insólitos a los que le gustaba ir, acompañado de su máquina de escribir portátil, allí escribió algunas de sus mejores obras. «Muerte en la tarde», “Las verdes colinas de África” y “Tener o no tener” son sólo algunos ejemplos. Hoy, la habitación 511 es un pequeño museo que alberga varias fotografías y posesiones del hombre de letras.
En vehículo simón
A bordo de un Coco Taxi (amarillo, no los negros reservados a los residentes) o de un sublime automóvil retro americano de los años 1920-1930, dirígete al barrio del Vedado para el resto del programa. Allí tampoco faltan cosas que ver y hacer.
Más visitas obligadas
Hablemos un poco y hablemos bien del Cementerio de Cristóbal Colón. Llamada así en honor del memorable navegante italiano, sin albergar realmente sus restos, esta necrópolis es sorprendente en muchos sentidos. Su inmenso tamaño (50 hectáreas), su asombroso número de muertos (1 millón) y su floreciente iconografía religiosa son dignos de las mejores obras maestras de la arquitectura. Se trata de una asombrosa visita de meditación, a través de los anales de la historia cubana.
Opción arte y música
Ya que estás, intenta extender tu sed de curiosidad al vecino barrio de Miramar, aunque sólo sea para pisar la Fábrica de Arte Cubano. Se trata de un auténtico laboratorio de creación artística, elegido uno de los 100 mejores lugares del mundo por la revista Times en 2019. Y no olvides la Casa de la Música, donde podrás bailar la salsa que siempre has soñado.
Un pequeño recorrido por la zona “más cercana”
Debido a la distancia que los separa del centro de la capital cubana, los siguientes lugares y actividades requerirán que recorras algunos kilómetros. Primero por carretera para visitar la Finca la Vigía, la casa de estilo colonial del siglo XIX donde Ernest Hemingway, conocido como «Papá» por los lugareños, vivió y escribió entre 1939 y 1960. Luego por mar, zarpando hacia los antiguos pueblos de Casablanca y Regla, al norte y al este de la bahía de La Habana respectivamente. Así podrás acercarte al Castillo del Morro, a la fortaleza de La Cabaña y a todos los demás lugares emblemáticos de las orillas opuestas del destino cubano.
Un pequeño recorrido por las zonas periféricas
Descubrir La Habana sólo te seducirá más, pero no estarías en contra de echar un pequeño vistazo a sus alrededores, aquí tienes otras posibilidades de excursión que podrían satisfacer tus deseos. Para los aficionados a la relajación junto al mar, la serie de siete Playa del Este es perfecta para alternar entre nadar en aguas turquesas y tomar el sol en la arena blanca.
Para los amantes de la flora y la fauna, el valle de Viñales, la península de Zapata y la finca de Las Terrazas son tres biosferas, clasificadas como reserva mundial por la UNESCO, con impresionantes paisajes naturales.
Y para los urbanitas de corazón, Matanzas y Cienfuegos son dos provincias que enamoran a los viajeros.
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