La estación del Orient Express

Mira esta bonita estación. ¡No es una estación como las demás, es la antigua terminal del Orient Express! Fue construida en 1890 por un arquitecto prusiano, invitado por el sultán a trabajar para el Imperio Otomano. Este mítico tren fue creado por la compañía internacional de vagones cama y en 1883 conectó París con Viena y Venecia antes de llegar a Constantinopla. La idea de hacer un tren de lujo viene de un joven ingeniero belga que, durante un viaje a Estados Unidos, experimenta con los vagones cama de los trenes Pullman. Los encuentra súper eficientes, pero tan incómodos que se dice que hay un nicho que tomar en el viaje de lujo. ¡Y el proceso funciona! Se le conoce como el tren de los reyes y el rey de los trenes. Sus cabinas están equipadas con todo lo mejor de la época: calefacción central, agua caliente, iluminación a gas. Lo mismo ocurre con la decoración: sábanas de seda, sanitarios de mármol, copa de cristal y cubiertos de plata. En la década de 1920, el diseño de interiores se dejó en manos de artistas art déco de renombre. El tren se ve adornado con incrustaciones de maderas preciosas y suntuosos paneles de vidrio y se convierte en un campo de expresión para el Art Deco. El mito se creará rápidamente gracias a las personalidades que lo tomarán. El rey Fernando de Bulgaria, León Tolstoi, Marlene Dietrich, Lawrence de Arabia, la espía Mata-Hari y, por supuesto, Agatha Christie, que contribuirá en gran medida a la publicidad del tren escribiendo el famoso crimen del Orient Express. En Estambul, la llegada de un parterre de celebridades será un pequeño problema. No hay un palacio propiamente dicho para acoger a toda esta gente. Es por eso que se va a construir el famoso hotel Pera, que sigue en funcionamiento hoy en día. El último viaje de ida y vuelta entre París y Estambul tuvo lugar el 20 de mayo de 1977, 94 años después de su inauguración. La interrupción del servicio se debió principalmente a la disminución de la demanda ante la evolución del tráfico aéreo, los costes de explotación del tren y las tensiones políticas entre algunos países y Turquía. Actualmente, sigue siendo un tren formado por siete coches, algunos de los cuales están clasificados como monumento histórico. Es propiedad de la SNCF, es decir, la Sociedad Nacional de Ferrocarriles Franceses. Si todo esto te interesa, ¿por qué no das una vuelta por el Museo del Ferrocarril que se encuentra en la estación? ¡Es muy pequeño, pero es gratis!