Vista desde las terrazas de la Filarmónica

Ahora has llegado a la Plaza. Situada a 37 metros de altura sobre el tejado del antiguo almacén, esta plataforma abierta al público te ofrece una vista de 360° de Hamburgo.  Este sublime paseo suspendido pone Hamburgo a tus pies y te da una panorámica impresionante de todos sus barrios. Cuando hace buen tiempo, se puede ver incluso hasta el estuario, a más de 100 km de distancia. Esta impresionante vista es aún más hermosa al atardecer, cuando el horizonte se tiñe de un naranja rosado y los ladrillos rojos se incendian. La Filarmónica es tan especial que da ganas de volver por la noche y ver un espectáculo en su gran auditorio. Pero tendrás qque planificar con antelación. Y ten cuidado al reservar tu espectáculo, ya que el recinto ofrece varias salas, repartidas en dos edificios. Si quieres vivir la experiencia definitiva, tendrás que elegir la “Grosser Saal”. Este lugar, orgullo de la escena musical clásica alemana, fue diseñado por uno de los mejores acústicos del mundo. Sí, es una profesión. Y el japonés Yasuhisa Toyota la conoce a la perfección. Diseñó el auditorio como un capullo bañado en luz y protegido de todo ruido parásito gracias a una estructura especial de paredes y techos llamada “piel blanca”, ¡que proyecta el sonido hasta los mismos rincones del auditorio! Su construcción se basa en un principio conocido como principio de Weinberg: el escenario se sitúa en el centro y las terrazas lo rodean como un anillo. Esto significa que ningún espectador está a más de treinta metros del director de orquesta. También hay un impresionante órgano con 4.765 tubos fundidos. Como la Filarmónica es una casa para todos, el programa es de la más alta calidad y abarca todos los estilos musicales, ¡así que date un capricho!