Ayuntamiento

Sí, uno se siente muy pequeño ante este gigante edificio. El Ayuntamiento de Hamburgo es impresionante, y su estilo neorrenacentista es un espectáculo para la vista. He aquí su historia. En 1842, el antiguo ayuntamiento desapareció en el gran incendio que consumió la ciudad. En aquella época, Hamburgo no pasaba por su mejor momento y no disponía realmente de fondos para reconstruirlo. No fue hasta 1854 cuando se planteó por primera vez la idea de un nuevo edificio. 43 proyectos de los principales arquitectos del país fueron rechazados por los ciudadanos. La ciudad seguía sin ayuntamiento. 28 propuestas volvieron a fracasar en el segundo concurso, en 1876. Tuvieron que pasar otros cinco años antes de que los habitantes, definitivamente difíciles de complacer, aceptaran el proyecto de un arquitecto local, que les había impresionado francamente con su fachada neorrenacentista. El ayuntamiento tardaría otros trece años en levantarse. Hay que decir que entre la guerra, la crisis económica y las epidemias de cólera, ¡hicieron lo que pudieron! Pero hoy lo vemos, ¡y la espera valió la pena! Han pasado 50 años entre la desaparición del primero y la inauguración del nuevo. Hoy, las autoridades de la ciudad, el Parlamento y el Senado tienen su sede aquí, en el centro de la ciudad. No olvidemos que Alemania es una República Federal y está dividida en Estados regionales muy autónomos. No lo pensarías, pero el suelo aquí es tan pantanoso que el edificio se sostiene sobre 4.000 pilares de roble. Pero su sublime fachada es inquebrantable e invita a admirar su opulencia. Entre las 20 estatuas de emperadores que la decoran, se distinguen las de Carlomagno y Barbarroja. Otros emperadores son Napoleón y Otón I. Encima de las estatuas, en los frontones de las ventanas, se pueden ver bustos que representan los 28 oficios presentes en la ciudad, como el pescador o el capitán, pero también el comerciante, el deshollinador, el alfarero, el zapatero, el albañil, el juez, el pastor, y muy importante en Alemania, el cervecero. También podemos ver los escudos de armas de las ciudades hanseáticas, es decir, las que formaban parte de la liga mercantil Hanse, la asociación histórica de ciudades mercantiles de Europa alrededor del Mar del Norte. También podemos apreciar los escudos de armas de los senadores y los símbolos de los distintos gremios. Todo ello dominado, bajo el reloj, por un ave fénix. No olvidemos que el ave fénix renace de sus cenizas y que este ayuntamiento representa el renacimiento de la ciudad de Hamburgo tras el gran incendio. Su interior merece una visita y puedes descubrirlas gracias a visitas guiadas. Aquí se celebran los principales actos oficiales. Se puede admirar un enorme salón de baile, cubierto de pinturas que representan la historia de Hamburgo. Como puedes ver, el Ayuntamiento es tan bello por fuera como por dentro, y es una visita obligatoria al explorar esta maravillosa ciudad.