Plaza Grenette

Aquí estás en la Plaza Grenette. Hasta finales del siglo XIV, estarías fuera de las murallas de la ciudad, al pie del muro galorromano. En ese entonces, se llamaba la plaza de la Granaterie debido al importante mercado de granos que se encontraba allí. De Granaterie derivó su nombre actual, Grenette. En el siglo XVI, se ampliaron las murallas y la plaza quedó en el corazón de la ciudad nueva. ¡Aquí es donde instalaron la guillotina! Pero hay que decir que no era realmente el estilo de los grenobleses y ¡solo se utilizó dos veces! Pero una de esas ejecuciones, la del sacerdote Antoine Berthet, fue particularmente impactante. ¡Es que imaginate, el sacerdote había asesinado a su antigua amante en plena misa! Este suceso sangriento inspiró a un joven grenoblés a escribir su segunda novela. Este autor era Stendhal y así nació su famosa obra  “Rojo y Negro”. Hoy en día, no hay ejecuciones públicas, por inspiradoras que hayan podido ser para el escritor en aquel entonces. La Plaza Grenette se ha embellecido y ha cambiado su guillotina por una hermosa fuente: el Castillo de Agua, creada por el artista local Victor Sappey. Se ven cuatro angelitos montando delfines, un símbolo evidente del Delfinado, la región en la cual te encuentras. Estamos de acuerdo en que  no es común elegir un animal marino para la bandera de una región montañosa. Según la leyenda, el emblema del delfín llegó a Grenoble con los caballeros que regresaban de la primera cruzada, quienes lo llevaban como símbolo de triunfo. De hecho, en la Edad Media, el delfín era considerado un animal de salvación y de conquista. Los condes del Viennois, como se llamaba entonces la zona, poco a poco lo adoptaron como título de nobleza, dando así un nuevo nombre a toda una región. ¡Ahora entiendes mejor la relación entre Grenoble y los delfines!