Alerta Info

Cuidado, estamos a punto de iniciar el ascenso hacia el Fuerte de la Bastilla. Es una subida que sigue caminos y escalones bien cuidados, con un desnivel positivo de casi 300 m. Si optas por ir a pie, te sumergirás en la naturaleza y verás gradualmente cómo se revela la vista del valle, es una experiencia gratificante. Dicho esto, la caminata lleva cierto tiempo y no es necesariamente accesible para todo el mundo. Tómate entre 30 y 45 minutos más, pero el esfuerzo merece la pena. El descubrimiento de la Bastilla es sin duda la parte más interesante del recorrido y pone literalmente Grenoble a tus pies, con una vista espectacular. Si prefieres no intentarlo, siempre puedes tomar el teleférico. También puedes unirte al circuito continuando por el “Quai Perrière” a tu derecha, hasta el barrio de San Lorenzo. Desde allí, toma la pasarela para volver al centro de la ciudad. Antes de continuar, me gustaría llamar rápidamente tu atención sobre el monumento que ves a tu izquierda en medio de la carretera. Es la Puerta de Francia. Data de 1620, y sustituye a la antigua puerta Perrière en las nuevas fortificaciones de la colina de la Bastilla, realizadas por Lesdiguières. En aquella época, el Delfinado era una tierra libre. La puerta tomó su nombre debido a que se encontraba en el camino que conducía a Francia. El rey Luis XIII de Francia pasó varias veces por la puerta durante sus visitas a Grenoble. Esta nueva abertura en la muralla era también muy cómoda para los habitantes de Grenoble, que ya no tenían que utilizar los empinados caminos de la ladera para salir de la ciudad. Utilizada hasta el siglo XIX, la puerta sirve de memorial de guerra de Grenoble, desde 1935, que abarca el periodo de 1914 a 1926. Puedes verlo de cerca si lo deseas, ya que su fachada más interesante, adornada con bajorrelieves y trofeos militares, está orientada hacia el otro lado.