Calle Ermita

Esta calle es sin duda una de las más típicas de Granada. Evoca el pasado histórico de la ciudad, gobernada durante muchos años por diversas dinastías musulmanas. Con sus tiendas originales, que recuerdan a las de los países norteafricanos, la calle Ermita está dispuesta como un gran bazar, donde en otros tiempos se vendían sedas y especias árabes. Al final de la calle, a la izquierda, el bazar continúa en la calle Alcaicería, que en su momento fue la calle principal del bazar granadino. Destrozadas por un incendio, estas calles han sido reconstruidas para conservar el legado de la cultura y las tradiciones moriscas, pero hay que imaginar que en la Edad Media esta zona era mucho más amplia y una de las más importantes de la ciudad, siendo la confección de seda árabe una de las principales actividades comerciales del Reino. Hoy en día, la calle Ermita es una de las más turísticas: seguro que verás mucha gente, ¡pero merece la pena perderse por ella! Puede que incluso encuentres productos tradicionales y artesanías para llevarte de vuelta a casa.