Plaza de Plainpalais

Te encuentras en la Plaza de Plainpalais, una de las mayores explanadas de Suiza. Con forma de rombo y casi 650 metros de largo, acoge a los ginebrinos que vienen a disfrutar del parque de patinaje, de los juegos infantiles y de la sombra que proporcionan los numerosos árboles que adornan la plaza. Antiguamente, era una zona pantanosa entre el Ródano y el Arve, los dos ríos que atraviesan la ciudad. De ahí viene su nombre: plainpalais no se refiere a un palacio, como podría pensarse, sino que procede de la palabra latina «plana palus», que en francés significa «llanura pantanosa». Durante mucho tiempo, la zona fue utilizada como pastizal y se convirtió en un suburbio durante la Edad Media. A partir del siglo XVII, se instaló en la explanada un juego similar al críquet, muy popular en la época, que atraía a muchos residentes que acudían a tomar el sol en las arboladas callejuelas. A lo largo de los siglos, la explanada se convirtió en un lugar popular de mercados, circos, ferias de atracciones y acontecimientos culturales y deportivos sobre el suelo mineral rojo conocido como «gorrh du Beaujolais». Aún hoy es una de las plazas más animadas de Ginebra. La plaza cuenta con una asombrosa escultura de acero pulido de la Luna. Creada por el artista suizo Not Vital en su estudio de China, simboliza el paso del tiempo y la metamorfosis continua. Es una luna que puedes tocar, e incluso admirarte en ella, ¡ya que ha sido diseñada con efecto espejo!