Iglesia de San Miguel

Tan hermosa al natural durante el día como iluminada por la noche, la iglesia de San Miguel figura en más de una postal de la ciudad. Sin embargo, detrás de esta apariencia fotogénica indiscutible, casi podemos olvidar que el monumento tuvo una historia turbulenta. La construcción de la iglesia tal como la ves hoy comenzó en 1440, para reemplazar una capilla románica del siglo XI destruida por un incendio. Los trabajos se extenderán a lo largo de varios siglos, interrumpidos por las guerras de religión, hasta terminar en 1825.

Debes saber que en el siglo XVI, los Países Bajos españoles, de los que Gante formaba parte, se vieron particularmente afectados por los enfrentamientos entre católicos, apoyados por la corona española, y los protestantes calvinistas. El punto culminante del conflicto fue la iconoclasta de 1566, período durante el cual los calvinistas atacaron numerosas iglesias católicas, destruyendo las estatuas de santos y los vitrales, que consideraban símbolos de la idolatría.

Una anécdota sorprendente: los cerveceros de Gante, principales benefactores de la iglesia, tenían un método original para evitar que el lugar de culto fuera vandalizado. Simplemente ofrecían cerveza a los insurgentes, con la esperanza de que olvidaran su ira y abandonaran sus intenciones de saqueo.

Al igual que sus hermanas, la iglesia de San Miguel perdió muchos de sus tesoros y tuvo que suspender sus obras, que se reanudaron un siglo más tarde. El interior fue restaurado con un estilo gótico brabantino típico de los Países Bajos, y nació un ambicioso proyecto: el de una torre que culmina a 134 metros de altura, más alta que cualquier aguja de Europa. Pero el proyecto nunca vio la luz y fue reemplazado por un techo plano.

Lo que al final puede ser algo bueno, dada la inestabilidad de los suelos descubierta más tarde, que no hubieran podido soportar tal carga. De todos modos, no te pierdas una visita al interior para admirar las hermosas bóvedas de ladrillo, el hermoso púlpito de las verdades, el altar neogótico y las pinturas religiosas flamencas. Te dejo dar una vuelta antes de continuar hacia los muelles.