Plaza Theotokopoulos

Estás en la plaza Theotokopoulos, el verdadero corazón de Fira. Aquí confluyen todas las calles, aquí se dan cita los viajeros y aquí late la vida de la capital de Santorini. A tu alrededor, las fachadas blancas, las terrazas llenas de ambiente, las tiendas de recuerdos y los pequeños talleres artesanales condensan a la perfección esa atmósfera griega vibrante y acogedora.

La plaza lleva el nombre de Domínikos Theotokópoulos, más conocido como El Greco. Nacido en Creta en el siglo XVI, fue pintor, escultor y arquitecto. Al instalarse en España desarrolló un estilo único, reconocible por sus figuras alargadas y sus colores intensos, lo que le valió ser considerado hoy uno de los grandes maestros del arte europeo. En el centro verás una estatua un tanto inesperada: la de un burro, apodado Marcos.

Rinde homenaje a los burros de Santorini, que en el pasado transportaban mercancías y viajeros por los escarpados senderos de la isla. Hoy es sobre todo un punto simpático para las fotos, aunque mantiene un valor simbólico como testimonio de un modo de vida antiguo. La plaza Theotokopoulos no es solo un lugar de paso: tras el devastador terremoto de 1956 se convirtió en punto de reunión para los habitantes, un espacio abierto donde la gente se encontraba a salvo entre las ruinas para ayudarse mutuamente. Desde entonces ha seguido siendo el corazón palpitante de Fira, de día y de noche.

Al caer la tarde, el ambiente cambia: la música empieza a sonar, las luces de los edificios se reflejan en los adoquines negros y la atmósfera se vuelve casi mágica. La plaza Theotokopoulos, con su historia y su animación, encarna por sí sola el espíritu de Fira: un lugar donde pasado y presente se cruzan, y donde el visitante puede sentir toda la energía de Santorini.